La violencia contra las mujeres ha sembrado luto y dolor en 288 hogares durante 2018. Recopilamos algunos de los casos.
En enero de este año la doctora del Ministerio de Salud de Santa Ana, Rosa María Bonilla Vega, murió en circunstancias extrañas. Según las autoridades, inicialmente la hipótesis que se manejaba era que Bonilla Vega había tenido un accidente en las gradas de su vivienda, en una residencial privada de Santa Ana. De acuerdo a alguien cercano de la doctora, “se escuchó ruido cerca de las 5:30 de la mañana y después de esto, Denis Edenilson Suárez, acusado, corrió a decirle que Rosa María se había caído de las escaleras y que pidiera auxilio”.
El sospechoso le explicó al personal médico que ella se había golpeado tras caer de las gradas de su vivienda. Minutos después que fuera ingresada murió, mientras recibía asistencia en la Unidad de Máxima Urgencia.
Pero los especialistas que atendieron a su colega notaron que las lesiones que Bonilla tenía eran graves; además llevaba signos de estrangulamiento, por lo que no creyeron la versión de Suárez y alertaron a la Policía. Un grupo de agentes fue enviado a la vivienda de la víctima y descubrió indicios de que la doctora fue víctima de un hecho de violencia y arrestaron al sospechoso, inicialmente, por el delito de fraude procesal.
El 23 de enero pasado, la doctora fue trasladada por el procesado a un centro asistencial alegando que se había caído en su casa de habitación, ubicada en una residencial de Santa Ana.
Otro de los hechos que conmovió a buena parte de los salvadoreños fue el asesinato de la periodista Karla Turcios a manos de su pareja, un hecho que se registró el 14 de abril, en el que la víctima desapareció y horas después su cuerpo apareció en Santa Rosa Guachipilín, en el municipio de Metapán, Santa Ana.