Si has pasado entre la 2a. Calle Poniente y la calle Norberto Gamero, en el centro de Apopa, seguramente has visto a una persona vendiendo zapatos de los que ninguno tiene su par, audífonos arruinados o cualquier otro artículo sacado de la basura, ese personaje se ha convertido en el indigente más querido para los apopenses, su nombre es Nelson David Hernández, de 62 años, conocido como Chumelo.
Nelson nació el 12 de septiembre de 1956, en Ciudad Delgado y desde hace 40 años se ha convertido en un apopense de corazón, pues es en esta ciudad donde pasa sus días bebiendo café, escuchando música y vendiendo sus artículos que nadie quiere.
Apesar del cariño recibido en su ciudad de residencia, la vida de Chumelo no ha sido fácil. Según su hermana, Marta Gladys Hernández y su sobrina, Dinora Zelaya, antes de su nacimiento su padre abandonó el hogar, años más tarde la familia Hernández se dio cuenta que Chumelo tenía trastornos mentales, por lo que su madre decidió llevarlo a una escuela de educación especial ubicada en el centro de la capital. Desde los ocho a los 14 años recibió ayuda en el lugar, luego fue trasladado a un centro de menores en el barrio Modelo.
“Estuvo como dos años en la tutelar, luego por andar en la calle lo confundieron como vago y lo metieron en el Psiquiátrico, en ese lugar le diagnosticaron un retraso mental en el que determinaron que pese a su edad pensaba y actuaba como un niño de cinco años, dijeron que él no podía seguir en el Psiquiátrico, porque se iba a arruinar”, explicó la hermana.
El nuevo rostro de “Chumelo”, el peculiar regalo que recibió en su cumpleaños
Los familiares de "chumelo" el indigente de Apopa, quisieron darle un regalo de cumpleaños, por ello solicitaron a grupo Camino a Capernaúm se encargara de la transformación de su higiene personal.
Desde entonces Nelson ha pasado la mayor parte de su vida en Apopa, donde fue bautizado como Chumelo, y ha sido galardonado con el titulo del persona más reconocido del municipio y el indigente más querido, a pesar que sus familiares se lo han intentado llevar para asearlo y cuidarlo, Nelson siempre se las ha ingeniado para regresar a su ciudad favorita.
“En Apopa Chumelo se siente protegido, en otro lugar lo maltratan, lo golpean, lo han atropellado, porque lo ven frágil, vulnerable, sucio, lo minimizan y la gente piensa que a lo mejor es consecuencia de una mala vida; en cambio en Apopa la gente que lo conoce se apiada de él dándole monedas y comida, él se siente acogido aquí, y a pesar que la familia a intentado llevárselo, para recuperarlo, el se escapa y se viene para Apopa de regreso”, señaló Aurora Cortez, psicóloga que lleva el caso de Chumelo muy de cerca.
El baño de Chumelo
En su afán por verlo saludable y aseado la familia de Nelson contacto al grupo Camino a Carpenaum, un ministerio compuesto por ocho apopenses que se encargan de identificar a indigentes para luego bañarlos y cambiarles la ropa, para tratar que las personas busquen a sus familias, un empleo y que salgan de las calles.“Con Chumelo fue un caso especial porque no, nos atrevíamos a tocarlo como grupo humanitario, porque si lo aseabamos era como borrarlo del mapa de Apopa, ya que su imagen como indigente es como la gente lo reconoce, pero debido a que la familia hizo la petición y solicitó la ayuda de este grupo nosotros lo bañamos”, declaró Leonsio Zamora, uno de los lideres del Camino a Capernaum.
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Fue así como el pasado miércoles 12 de septiembre los familiares de Nelson quisieron darle un regalo de cumpleaños, por ello solicitaron la ayuda del grupo Camino a Capernaúm para que se encargara de resurarlo, bañarlo, cortarle las uñas, aplicarle pomada contra los hongos y cambiarle la ropa.
Tras el baño, una enorme sonrisa iluminó el rostro de Chumelo, mientras sus familiares se mostraban agradecidos por lo realizado.
Si conoces algún indigente que circule por los alrededores de Apopa y quieres que sea aseado, puedes contactarte con el grupo Camino a Capernaum llamando a los teléfonos 7704-7760 con Leonsio Isaac Zamora Rivas o al 7552 2582 con Wilfredo Guardado.
