El judoca Carlos Alarcón continúa su lucha en el deporte

El judoca planea seguir en el deporte federado pero ahora ha emprendido un proyecto para entrenar a niños

descripción de la imagen
Carlos Alarcón imparte clases en la casa comunal de Soyapango. / Foto Por Cortesía Alcaldía de Soyapango.

Por César Najarro/Twitter: @cjnajarro

2018-09-05 5:38:33

Con 27 años en el judo (33 de vida), Carlos Alarcón tiene basta experiencia. Clasificó de manera directa a los Olímpicos de Londres 2012 y su carrera deportiva iba en alza hasta que, por faltas de recursos y apoyo en la federación, así como retrasos en el estímulo deportivo que recibía, decidió retirarse en 2014.

Trabajó en diversas áreas, incluida una plaza en Philip Morris, y estudió un técnico en ingeniería en redes. Eventualmente, regresó al deporte federado, en el que continúa activo. Participó en los C.A. y del Caribe de Barranquilla, recientemente, a donde ocupó el quinto lugar en la división de los -73 kilos.

Aún con el deseo de seguir representando al país, ahora ha emprendido otro camino, uno ligado siempre al judo. Desde este mes, comenzó a trabajar como entrenador para la Alcaldía de Soyapango.

Mira también:

Agabeisi no para de ganar y ya hila cuatro triunfos

Se impuso a Bengoa en la cuarta jornada del campeonato de la división Juvenil AA

El proyecto lo ideó allá por 2012, cuando conoció a un uruguayo en los Olímpicos que le platicó de su plan de expansión del deporte a nivel escolar. Carlos ideó algo parecido, pero a nivel municipal. Tras presentarlo en 2017, finalmente vio la luz este año y ahora imparte clases a niños en la Colonia Guadalupe, en Soyapango, a donde enseña lo más básico a niños de 6 a 10 años, como juegos, caídas, desplazamiento, y técnicas y un poco de competencia a los cadetes, a los de 10 a 17 años.

Da clases en horarios alternados a la semana, un día por la mañana, de 9:00 a.m. a 11:00 a.m., y al siguiente, por la tarde, de 2:00 p.m. a 4:00 p.m. “No es cien por ciento competitivo, es más un proyecto social de la municipalidad que contribuye a sacar a los niños de la calle y a que ocupen su tiempo en algo provechoso. Para mí, es genial porque puedo contribuir a mi federación, a que mi deporte se difunda más. Ahora hay muy pocos lugares donde se practica el judo en el país”, cuenta Alarcón.

Planea completar el ciclo olímpico, y viajar a México, al Grand Prix, en octubre. Alarcón busca alguna empresa que le ayudarle con un patrocinio de alrededor de mil 500 dólares, ya que en la federación no hay presupuesto para su participación.