Las enfermedades del corazón, entre las más letales para los salvadoreños

La cantidad de muertes relacionadas a los problemas circulatorios supera al resto de enfermedades.

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Médicos realizan una cirugía de corazón. / Foto Por Archivo EDH

Por Xenia González Oliva

2018-09-04 11:38:02

“Las enfermedades cardiovasculares son enfermedades prevenibles”, sostiene José Marco Fuentes, cardiólogo intervencionista vascular y miembro de la Asociación de Cardiología. Sin embargo, a escala mundial, los problemas cardiovasculares siguen entre las principales causas de muerte y en El Salvador la tendencia es similar.

Entre los años 2006 a 2017, las muertes relacionadas a las enfermedades del sistema circulatorio fueron las que más reportadas en los 30 hospitales del sistema público del país.

De las 121,395 muertes hospitalarias que ocurrieron en ese período, por todas las causas, un total de 22,309 fueron clasificadas en la categoría principal de enfermedades del sistema circulatorio.

Al dividir estas muertes por subcategorías, según la Clasificación Internacional de Enfermedades 10 (CIE-10), las principales causas fueron las enfermedades cerebrovasculares, las enfermedades isquémicas del corazón, otras formas de enfermedad del corazón y enfermedades hipertensivas.

A diferencia de lo que ocurre con las muertes por enfermedad renal, en estos casos la cantidad de muertes por sexo no es muy diferente. Por ejemplo, en el caso de las muertes por enfermedades cerebrovasculares, unas 3,550 correspondían a mujeres y 3,021 a hombres.

Aunque son pocos los casos, se registran muertes por enfermedades cerebrovasculares en personas de 20 años de edad y el número de muertes es incrementa de forma considerable a partir de los 36 años.

Para los salvadoreños, la mayor cantidad de muertes por estas causas ocurren entre los 70 y los 85 años de edad.

En el caso de las muertes por enfermedades isquémicas del corazón, estas también comienzan a elevarse a partir de los 38 años.

“Las causas de esto son frecuentes porque nadie come bien y nadie hace ejercicio. También hay que meter el tema de estrés a nuestro fenómeno”, dice el médico.

Fuentes señala que los datos son acertados con la realidad que él ve a diario en su clínica.

“Lo que hay que tomar en cuenta es que son enfermedades de inicio súbito. Por ejemplo, con un accidente cerebrovascular podemos decir ayer estuvimos hablando con esta persona y hoy eso le pasó. Por eso son tan drásticas y mortales, porque aparentemente no dan muchos síntomas”.

Esa aparente falta de síntomas influye en que las personas no le tomen relevancia a los cuidados preventivos. “El 90% de la gente me dice que se siente bien, pero tiene la presión alta. Es una lucha de uno de médico decirle: ‘No, usted tiene un problema’”, añade.


¿De qué mueren los salvadoreños en los hospitales?
Para conocer cuáles son las principales causas de muerte de los salvadoreños que comparten tus mismas características, primero selecciona el sexo, el departamento y el municipio. El gráfico sólo se activará cuando selecciones el nombre de un municipio. Puedes mover la barra para seleccionar la edad que te interese, de lo contrario, iniciará a partir de cero años.

El gif animado te muestra cómo usar el gráfico:

Ahora selecciona tu sexo, tu departamento y tu municipio:

-Causas externas abarca aquellas relacionadas a accidentes de tránsito, caídas, accidentes laborales y muertes violentas.
-Genitourinario incluye enfermedades como la enfermedad renal crónica.
-En Otras Causas están incluidas  las muertes por enfermedades mentales, congénitas, del embarazo y similares.

Gráfico elaborado por Carlos Palomo, Unidad de Datos EDH. 


Fuentes expone que no es fácil lograr que los pacientes afronten y acepten la realidad de que tienen un problema, que deben tomarse una pastilla todos los días, que deben seguir una dieta y una rutina de ejercicios. Como médico se ve obligado a insistir e insistir sobre el nuevo estilo de vida que deben llevar.

No es raro que un paciente se complique porque decidió “tomar un descanso” de la dieta o porque olvidó por varios días tomar los medicamentos.

Ante la alta incidencia de muertes hospitalarias relacionadas a estos problemas, Fuentes considera que sí existe mucha información disponible para la población en general sobre las consecuencias de las enfermedades cardiovasculares.

“Lo que cuesta es acatar los cuidados para tratar de evitarlos. Los pilares son la dieta y el ejercicio. Eso todo mundo lo sabe”, señala.

El médico dice que se trata de un compromiso, de una disciplina de parte de cada persona.

Reitera que en la mayoría de estos casos, el inicio de la enfermedad y las complicaciones pueden prevenirse a partir de que cada persona mantenga un régimen enfocado en cuidar su salud.

“Para lograr un cambio es necesario mantener una dieta de ejercicio y mantener una dieta adecuada. Pero no se hace y por eso los casos son tan frecuentes”, lamenta.

Antes se recomendaba pasar por consulta y chequeo médico a partir de los 40 años, pero ahora él aconseja que se haga a partir de los 30 años.

Según los datos recopilados en el período de 11 años, curiosamente son Santa Ana y Ahuachapán son los departamentos donde las enfermedades isquémicas del corazón son la primera causa de muerte hospitalaria.

En el caso de las enfermedades cerebrovasculares, esta fue la primera causa de muerte hospitalaria en el departamento de Sonsonate.

Además del tema de la prevención y educación desde cada persona, Fuentes considera que el tema aún no es prioridad en el sistema nacional de salud. “Estamos muy atrás de lo que se tendría que hacer”, afirma.

¿Qué ocurre ante un infarto? Fuentes señala que en otros países llega la ambulancia que recoge y estabiliza al paciente. Lo esperado es que en menos de 20 minutos ya esté en el hospital recibiendo una atención especializada. Cada segundo es valioso ante un infarto.

“¿Qué sistema actúa de esa manera aquí? Solo el sistema privado se acerca más a eso”, asegura Fuentes. Expone que al llegar a hospital nacional es muy probable que al paciente le toque esperar varias horas.

“Son patologías que no tienen un enfoque especial”, advierte.

Fuentes añade que en el país, a nivel público, los infartos se siguen manejando igual de como se manejaban hace treinta años y a nivel privado como se hacía 10 años atrás en otros países. En El Salvador todavía no se pueden hacer trasplantes de corazón.


Las principales causas de muerte hospitalaria de los salvadoreños 

Este gráfico muestra las principales causa de muerte, agrupadas según categorías y subcategorías siguiendo el sistema de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10). Los círculos contienen las categorías más generales, como Enfermedades Circulatorias y Causas Externas. Para conocer cuáles son las principales causas según cada uno de estos tipos, dele click a los círculos. Para volver dele click al espacio en blanco.

Elaborado con una base de datos de muertes hospitalarias del Ministerio de Salud de los años 2006 a 2017.


El impacto de la enfermedad renal

Al clasificar por diagnóstico específico las 121,395 muertes hospitalarias ocurridas entre 2006 a 2017 se obtiene un total de 2,525 diagnósticos.

Al usar el sistema de Clasificación internacional de enfermedades (CIE-10), estos diagnósticos pueden agruparse en 201 subcategorías y 20 categorías generales.

Es en el caso de las categorías generales que las enfermedades del sistema circulatorio acumulan más muertes.

Sin embargo, al analizar los datos de acuerdo a las subcategorías, es la insuficiencia renal la que prevalece como la principal causa de muerte hospitalaria de los salvadoreños.

La enfermedad renal afecta a todoEl Salvador. No hay departamento en el que la insuficiencia renal no aparezca entre las primeras diez causas de muertes hospitalarias.

En algunos casos, como los departamentos de Usulután, San Miguel, La Unión y Morazán la insuficiencia renal es la primera causa de muerte. En un período de 11 años, han sido 2,996 personas originarias de estos departamentos las que han muerto por insuficiencia renal.

La cantidad de pacientes que a diario llega al área de Emergencias del Hospital Rosales por problemas renales no es poca.

Muchos llegan a enterarse que ya tienen un daño avanzado e irreversible en sus riñones, que ya requieren de diálisis para poder ser estabilizados. Una gran parte de estos pacientes son jóvenes, aún en edad productiva, son el sustento de sus hogares, y están a punto de recibir un diagnóstico que genera pavor y huele a tragedia.

El nefrólogo Ramón García Trabanino insiste en que se debe dar un mensaje de esperanza a los pacientes renales; cree que el diagnóstico no debe ser sinónimo de muerte.

Considera que es necesario que se apueste a más campañas de educación sobre la enfermedad, que haya un enfoque de prevención y refuerzo de la atención.

Ricardo Leiva, jefe del servicio de Nefrología, es testigo a diario de la deseperanza y la soledad que afectan a los pacientes renales.

No son raros los casos de pacientes que desisten y dejan de llegar a sus tratamientos de diálisis. Muchos deben hacerlo porque su condición económica no les permite viajar cada semana al hospital desde los lugares remotos donde viven.

Hay pacientes que conocen San Salvador por primera vez cuando deben ir al Rosales.

Ambos nefrólogos recalcan la necesidad de un plan enfocado en detectar los casos de forma temprana. Al detectar el daño a tiempo es posible controlar el avance de este.

Los síntomas no suelen presentarse hasta que la enfermedad ya está en una etapa avanzada, apareciendo problemas como náuseas, debilidad, problemas de la presión arterial e incluso hinchazón del cuerpo.

Se recomienda a la población que se haga chequeos programados de la presión arterial y exámenes de orina en busca de proteínas. También la prueba de sangre conocida como creatinina.

Las personas que viven en la zona costera del país tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad, pero es necesario que la población en general tome en cuenta una serie de medidas como la importancia de beber agua.

Quienes trabajan bajo el sol deben tomar al menos un litro de agua por cada hora de trabajo.

Las personas tienen que evitar la automedicación, sobre todo de pastillas antiinflamatorias, como ibuprofeno y antibióticos, ya que suelen tener un impacto en los riñones. Leiva señala que el uso de plaguicidas sin medidas de protección puede jugar un papel en el desarrollo de la enfermedad.

El consumo excesivo de bebidas alcohólicas también es dañino para los riñones. De igual forma, una dieta balanceada es importante para protegerlos. Enfermedades como la diabetes y la hipertensión pueden llevar al daño renal, por ello estos pacientes deben tener mayores medidas de precaución.

Mientras la huella de la enfermedad renal sigue impregnada en muchas comunidades del interior del país, en el área urbana, principalmente en San Salvador, el efecto de la violencia y los accidentes de tránsito aumenta en los hospitales de la zona.