Abogada de profesión y gran aficionada a la moda. Hace malabares entre su empleo y su otra pasión: diseñar ropa casual y ejecutiva, bajo la marca que lleva su nombre.
Su buen gusto en el vestir la llevó a crear sus propias prendas, sobre todo para su trabajo como abogada en el sistema financiero. Rápidamente se convirtió en un referente de buen vestir y, de forma espontánea, empezó a recibir pedidos, pero no estaba lista. “Tuve la necesidad de estudiar. No solo es el hecho de que te guste algo, sino que también hay que tratar de desarrollar las habilidades”.
En su tiempo libre, Claudia estudió un diplomado en diseño de moda, tomó cursos de patronaje y sigue buscando capacitarse en diseño y moda, incluso de forma autodidacta, leyendo mucho y experimentando. “No necesariamente todo lo que a uno se le ocurre funciona a la hora de materializarlo… A mí me gusta mucho experimentar con texturas, pero hay que ver qué comportamiento tiene cierto textil en el diseño que uno quiere”, reflexiona.
Con los conocimientos adquiridos, Claudia se enfocó en crear “diseños de ropa casual y ejecutivo, pero siempre con un toque versátil”, ideados para una mujer con múltiples roles, que trabaja, es ama de casa, esposa, madre, estudia y realiza distintas actividades a la vez. Por ello, su propuesta son prendas que pueden combinarse fácilmente con otras piezas o accesorios y lograr un look diferente.