Defraudado y extorsionado. Así es como dice sentirse Ronny Henríquez, quien en los últimos 10 años ha debido tramitar y pagar dos veces las placas metálicas para su motocicleta, pero las que ha recibido en Servicios de Tránsito Centroamericanos, S.A. de C.V. (Sertracen) son unas elaboradas de cartón y formato “provisional”.
Desde 2014, el proceso de entrega de placas metálicas para motocicleta se ha estancado. El Viceministerio de Transporte (VMT) ha atribuido el retraso a la falta de material o láminas para fabricarlas, lo que llevó a las autoridades, en enero de ese año, a empezar a entregar a los usuarios las placas de cartón.
Otro factor con el que justifican la demora es que la demanda de motocicletas ha incrementado. Solo en 2014 se elevó en un 49 %, pues según los registros del VMT , las solicitudes de matrículas pasaron de 97 a 145 diarias.
A mediados de 2017, cuando el número de motos en circulación en el país superaba las 200 mil, delegados de la institución aseguraron que antes de que finalizara el año iniciaría el proceso para sustituir las placas provisionales por las permanentes. Eso no se hizo.
El Diario de Hoy gestionó el jueves pasado una entrevista con el viceministro de Transporte, Nelson García, u otro funcionario de la institución, para saber por qué sigue el retraso, pero un delegado de la oficina de Comunicaciones dijo que podrían pronunciarse al respecto hasta después de las vacaciones.
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Ronny Henríquez relata que cuando realizó el trámite en Sertracen le entregaron las placas provisionales y le dieron un número correlativo con el que después le entregarían las metálicas.
“El número correlativo que está en la página (web) de Sertracen, si lo comparo con el mío, faltan (entregar) como 100 mil placas para que lleguen a las mías”, relata Ronny decepcionado.
Sobornado en Costa Rica
Los aprietos que este hombre, integrante de un club de motociclistas, ha enfrentado por no tener placas permanentes lo han llevado a asesorarse para denunciar en la Defensoría del Consumidor el pago de un servicio que no se le ha brindado de forma completa y oportuna.
En marzo pasado, Henríquez viajó en motocicleta a Panamá pero al pasar por Costa Rica se vio envuelto en situaciones tediosas que le hicieron perder tiempo y dinero por no portar las placas metálicas.
Él cuenta que al llegar a la frontera de Peñas Blancas, entre Costa Rica y Nicaragua, el personal de la aduana no le permitió continuar la marcha porque las placas de su moto eran provisionales.
Aunque intentó explicarles a los empleados que ese formato era el que estaban entregando las autoridades salvadoreñas no logró convencerlos. “Me tocó pagar $20 para dejar depositada la moto en la frontera (porque) era regresarme a El Salvador o dejarla ahí y seguir el viaje; me terminé yendo con un amigo”, dice.
Al regresar a Costa Rica se llevó otra mala experiencia. Según él, los empleados de la aduana se habían puesto de acuerdo para impedirle el paso para retornar y le dijeron que iban a decomisarle la moto y la remitiría a la Unidad de Tránsito por tener placas provisionales.
Para evitarse eso le propusieron que les diera $300. Él logró evadir esa entrega de dinero.
“Después, dos agentes de aduana me pidieron $80 y luego me tocó pasar dejándole $50 al policía que estaba en la pluma de la frontera de Costa Rica para que me dejara pasar”, cuenta el motociclista.
Cuando se cruzó por Honduras unos policías de Tránsito lo detuvieron en un retén y le dijeron que esas placas estaban prohibidas, por lo que iban a decomisarle la moto a menos que les diera dinero. Les entregó $25. “Estamos hablando de que gasté $175 en esa situación”, cuenta resignado.
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El mes pasado, Henríquez regresó a Honduras, a la ciudad de Nacaome, y se repitió la historia. Los agentes le pidieron dinero y se los dio.
El motociclista suele salir de El Salvador una vez cada dos meses; su próximo destino será México pero teme volver a enfrentarse con los mismos problemas por la falta de placas metálicas.
Otros integrantes de clubes de motociclistas aseguran que en países como Guatemala les ha tocado andar evadiendo a los policías para que nos los multen por no andar placas metálicas.
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Distribuidoras en aprietos
La distribuidora de motocicletas también son blanco de reclamos de los compradores, ya que cuando ellos adquieren una, las empresas están obligadas a entregarles todos los documentos en regla, pero el problema de la entrega de las placas se les escapa de las manos.
Los vendedores señalan que los compradores se quejan de que se les cobre alrededor de $60 por una placas de cartón que fácilmente se les puede dañar y que si eso pasa deberán volver a hacer el trámite y desembolsar más dinero.
“Lo que nunca pensé al comprar mi moto, hace dos años, es que iba a tener tantas dificultades. Dos veces me han chocado por detrás y me quebraron la placas. Tengo dos meses sin andar con las placas porque no me ha quedado tiempo de ir a comprar una ilegal, pero lo voy a hacer”, cuenta otro motociclista.