Julio César Rosales y su familia se dedican a la elaboración de empiñadas, una tradición familiar que lleva más de 60 años. Foto EDH/ Jessica Orellana
La empiñada es una golosina producida a base de harina de pan, almidón y azúcar. Foto EDH/ Jessica Orellana
El proceso empieza con la mezcla de los ingredientes, la cual es colocada en una plancha caliente. Foto EDH/ Jessica Orellana
La cocción de cada parte de la empiñada dura unos 50 segundos. Foto EDH/ Jessica Orellana
Como parte innovadora algunos productos han estrenado colores poco tradicionales y muy llamativos. Foto EDH/ Jessica Orellana
Después de elaborada se le coloca jalea de piña u otras frutas. Foto EDH/ Jessica Orellana
La familia Rosales también elabora barquillos para sorbete artesanal. Foto EDH/ Jessica Orellana
Cada producto es elaborado con técnicas artesanales, así se garantiza que son verdaderas delicias. Foto EDH/ Jessica Orellana
Sorbete artesanal de coco bañado con miel colocado en los deliciosos barquillos. Foto EDH/ Jessica Orellana
Por más de 60 años esta familia de Zacatecoluca ha deleitado el gusto de los salvadoreños con las empiñadas y otros productos. Foto EDH/ Jessica Orellana