La práctica del yoga, una disciplina física y mental de origen indio, es cada vez más recomendada por los médicos traumatólogos para el tratamiento de lesiones musculares, la rehabilitación tras una cirugía y disminuir el dolor, afirman especialistas.
“Hemos comprobado que tanto el yoga como el pilates -una terapia para fortalecer los músculos- se utilizan como un método alternativo para la recuperación de lesiones del sistema musculoesquelético”, dice Marisol Villegas, académica del Instituto de Ciencias Aplicadas de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad de Guadalajara.
La experta resaltó que todavía hace una década el yoga era visto como un ejercicio espiritual.
“Ahora, cerca de 75 % de los médicos tratantes de lesiones lo sugieren como método alternativo de recuperación de lesiones musculares como esguinces, fracturas de hueso, dolores en la espalda o problemas en las lumbares”, afirma Villegas.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) nombró el 21 de junio como el Día Mundial del Yoga, una actividad que, según la filosofía india representa la unidad de la mente y el cuerpo y es valiosa para la salud y el bienestar de las personas.
Yogashala se unirá al Día Mundial del Yoga
La ONU declaró que cada 21 de junio se honre la filosofía del yoga. A raíz de ello, el centro de yoga invita este jueves 21 de junio a una práctica especial.
Esta disciplina fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su “Estrategia sobre medicina tradicional 2014-2023” como una disciplina que es comúnmente practicada para el bienestar psicofísico.
El yoga utiliza diferentes ejercicios conocidos como posturas o “asanas” para fortalecer la mente y el cuerpo con ayuda de la respiración.
Estas posturas “actúan como un medio para definir los músculos y para fortalecer la funcionalidad del sistema de ligamentos y articulaciones como un todo”, explica Villegas.
Leticia Trejo, especialista con 18 años de experiencia en yoga terapéutico, explica que las “asanas” ayudan a que la persona tenga más flexibilidad y los tejidos musculares logren una especie de “automasaje” que beneficia a todo el cuerpo, incluyendo a los órganos internos.
“Si se guían bien, las asanas te ayudan a generar mayor flexibilidad en las articulaciones y liberar los tejidos conectivos en el cuerpo como son los ligamentos, los tendones y las fibras musculares. Todos estos tejidos a través de los estiramientos se van masajeando a sí mismos y el efecto es relajante”, expresa Trejo, directora de la escuela Cada Yoga.
De manera paralela el cerebro segrega dopamina, serotonina y otras hormonas, lo que ayuda al cuerpo a sentirse bien, añade.
Trejo afirma que ha atendido alumnos cuyos médicos les dieron poca esperanza de recuperar la movilidad en la zona afectada debido a que tienen varillas en la columna, a que les hicieron alguna cirugía lumbar o de hombros o quitaron los meniscos de las rodillas.
Todos, asegura, se recuperaron lenta pero satisfactoriamente.
El tabú y la desinformación siempre han influido en la visión de esta disciplina. El centro Yogashala invita a profundizar en ella el próximo 27 de mayo, a partir de las 9:00 de la mañana.
La experta también recomienda el yoga para personas que experimentan dolor en alguna zona del cuerpo y no encuentran el origen del mismo, a pesar de haber acudido al médico, pues en muchas ocasiones los malestares surgen debido al estrés o a adoptar malas posturas.
Esta práctica no tiene contraindicaciones, pues cada “asana” tiene variaciones o adaptaciones que la persona puede realizar si su lesión le impide estirar alguna parte del cuerpo como es indicado, detalla.
Las especialistas destacan que la persona lesionada debe acudir primero con un médico para tener un diagnóstico certero de su afección.
Si está en recuperación de una cirugía debe esperar a que la herida cierre para ponerse de nuevo en movimiento.
Y si ha decidido explorar esta disciplina debe elegir una institución con instructores certificados, que tengan conocimientos de fisioterapia, de pilates, de cultura física, de anatomía o biomecánica, que además tengan años de práctica y “no ofrezcan soluciones mágicas” para el cuerpo.
Trejo recalca que al ser una terapia complementaria o alternativa, el yoga terapéutico “no sustituye ningún tratamiento médico alópata, ni las visitas con el médico especialista”, por lo que deberá ser este quien apruebe si el paciente puede tomar este tipo de clases. EFE