Diego Roberto Funes Cañas, hijo de Mauricio Funes y la expresentadora de televisión Regina Cañas, deberá responder por el delito de lavado de dinero. En el periodo del exmandatario (2009-2014) él manejó un monto no justificado de $376,777.31, según las investigaciones de la Fiscalía.
Uno de lo hallazgos hechos por la institución es que Diego Roberto realizó 63 viajes de placer en los que iba acompañado por su novia y un grupo de amigos. Todos eran escoltados por un agente de seguridad del Estado Mayor Presidencial.
El dinero para comprar los boletos no salió del bolsillo de los viajeros, sino que los pagó el Estado a través de la Secretaría Privada de la Presidencia, la cual desembolsó un total de $102,984.39.
Los destinos que visitaron fueron Panamá (21 veces), Alemania (8), Francia (8), Holanda (7), Guatemala (7), Argentina (6), Brasil (5) y Estados Unidos (1).
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Antes de llegar a la Presidencia, Funes vivía con deudas, pero la Fiscalía dice que se apropió de dinero público, con el cual adquirió al menos 14 inmuebles.
También se ha detectado que Funes Cañas, quien aparentemente no tiene una profesión definida ni trabajaba y, se dedicaba a comprar vehículos de marca, los cuales revendía después a menor precio.
Según el Ministerio Público, el 13 de septiembre de 2010, Diego Roberto compró a Herbert Ernesto Saca (primo del expresidente Antonio Saca) un carro BMW a $30 mil. El 9 de octubre de 2012 lo vendió por $10 mil menos.
El 21 de junio de 2013, adquirió otro carro de la misma marca por $10 mil y lo vendió 30 de mayo de 2014 al mismo precio.
Además, el 3 de diciembre de 2012 compró un automóvil Lexus a $60 mil y el 4 de septiembre de 2015 lo vendió a $50 mil; tres días después fue revendido a $70 mil.
El 4 de marzo de 2011 también compró una Hummer a $25 mil, la cual vendió el 28 de noviembre de 2013 por una suma de $12 mil. Este vehículo después fue vendido a $25,500 al entonces director del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, Leonel Flores Sosa, quien fue condenado por enriquecimiento ilícito, por $800,000.
Se descubrió que el 6 de abril de 2010 adquirió una motocicleta Yamaha por $10 mil y el 14 de junio del año siguiente la vendió a $2 mil.
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Durante su campaña presidencial en el 2009, Funes envió un mensaje a los funcionarios corruptos. Hoy él tiene orden de captura.
Esta peculiar manera de comprar caro y vender barato despertó atención de la Sección de Probidad de la Corte Suprema, en 2016. En el informe de rendición de cuentas de Funes, su hijo registró compras de vehículos de marca con un alto precio que luego vendía a menor valor, obteniendo pérdidas que ascendieron a $41,600.
Una declaración jurada presentada por su madre Regina Cañas señaló que recibió un crédito por $95 mil de parte Luis Antonio Flores Mancía para entregarle dicho monto a su hijo Diego Roberto para que iniciara un negocio de venta de vehículos. Pero Probidad concluyó que no había registros bancarios de Funes Cañas que probaran que recibió el crédito que reportó su madre, por lo que consideró inconsistente que dicho préstamo haya sido usado para instalar el negocio y que se registraran ventas de vehículos a precios menores a los adquiridos.
La acusación fiscal también destaca que, entre 2009 y 2014, el hijo de Funes tuvo $117,444.97 en dos cuentas de ahorro, $12,350 se lo depositaron empleados de la Presidencia y el Estado Mayor. Además, pagó deudas de $8,347.85 en tarjetas de crédito.
