La historia del periodista que narró los partidos mundialistas de El Salvador

Un repaso por la vida de Arnoldo Batres, 83 años y sigue fiel al periodismo deportivo. La pasión por el oficio.

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Arnoldo Batres, junto a su esposa Sabil, tienen 60 años de casados / Foto Por EDH - Jorge Reyes

Por Gustavo Flores | Twitter: @Gusflores21

2018-06-13 7:20:13

Arnoldo Batres era un eficiente administrador del cine Centenario en Usulután, allá por los años 60, cuando le llegó la oportunidad de una narración.

“Jugaba Firpo con Águila, me los conocía a todos los jugadores. ¿Vamos a San Miguel?” me preguntó Alfaro Rosales, el director de la YSJI La Voz del Litoral. Vamos, le respondí. Estando en San Miguel, me dice ‘vas a estar a la par mía, en la cabina’. Vaya, no hay problema. Pero de repente, me deja en la cabina”.

-“Vaya don Arnoldo aquí está el micrófono, ya vuelvo, me voy a hacer un asunto por ahí”, fue la frase.

Alfaro Rosales ya no volvió al juego y Arnoldo Batres pasó a ser , desde ese momento y sin saberlo, “Tío Noldy”, un referente de la narración deportiva en El Salvador.

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Fue un comienzo algo inesperado para el hombre que tiene 83 años y vive pegado a su pasión, aunque hoy esté alejado de los micrófonos. Junto a su inseparable Sabil, su compañera de toda la vida -60 años de casados-, repasa su historia del fútbol y del periodismo en El Salvador.

El deporte le ha dejado imágenes imborrables pero sobre todo “te da una amplitud de gente conocida, de grandes amigos, es bueno. Así fue como me hice amigo de tanta gente, por el fútbol… Haber conocido a cientos de personas, técnicos extranjeros, personajes. Tantas cosas”, repasa.

También recuerda que fue él uno de los impulsores en el periodismo del hoy diputado Raúl Beltrán Bonilla. “Somos de Berlín, del mismo pueblo. El llegó a la radio y pregunté si podía hablar. ‘No sos mudo, ¿no?’, le dije. Y le mencioné las tres condiciones que debía tener un periodista: “no ser mudo, leer bastante de deporte, y ser locuaz para hacer entrevistas y comentarios. Me hizo caso… en aquel entonces (risas)”.

También recuerda una anécdota que lo marcó a fuego para el periodismo. “A don Salvador Linares le pegaron un balazo y no podía ir a los juegos. El escuchaba mi narración y después me pedía que fuera a hablar con él para platicar del partido, quería oír lo que yo pensaba del juego en persona. Me fue entusiasmando”, agregó.

Mágico González, uno de los referentes de Arnoldo Batres

“La radio me gustaba más que todo lo demás. El Pato Alfaro me llevó a la KL. Un día llegó a Usulután a cubrir un partido de Firpo y me oyó la narración. Se quedó a la par mía. Le gustó como narraba. ¿Cuánto tenés de narrar?, me preguntó. Hacía poco tiempo en YSJI, la voz del litoral. ¿Cuánto me pagaban por partido? Una babosada, eran 25 colones por partido, no era nada. Estaba en la administración de rentas como auditor”, dijo.

Nunca su principal ingreso fue como periodista. En San Salvador le dieron trabajo en la Corte de Cuentas. “En el periodismo me pagaban pero no era buen salario como para sobrevivir…” La pasión por la narración y el fútbol estaba sobre todo. La narración también lo hizo aficionado al Firpo. “Fue ahí donde aprendí a narrar. Antes, en mi pueblo, le iba al Once Berlinés”.

También Batres fue el autor de distintos apodos del fútbol criollo. “La Caldera del Diablo” le puso al estadio usuluteco. “Por caluroso”, dice. Juan Agustín Gámez, “la Cholita” y “el Kaiser” Paco Jovel fueron otros nombres que recuerda.

Arnoldo Batres en un partido entre Firpo y Excélsior en 1973 entrevistando a Miguel Álvarez y Juan Andrés Ríos

A la hora de elegir a los mejores, es palabra autorizada: “Entre los jugadores me quedo con Juan Francisco Barraza, bien humilde, y por supuesto, El Mágico que era talento nato. Fueron los dos más grandes”. De los equipos, no tiene dudas: se queda con Alianza. “En su época de gloria, la Orquesta Alba fue inigualable. Buenísima. Haberle ganado al Santos fue un boom mundial. Todos querían conocer la cancha donde le habían ganado al equipo de Pelé”.

También asegura que los dirigentes, en sus distintas etapas, arruinaron al fútbol nacional. “Con traspiés, uno detrás del otro. Das un paso para adelante, uno para atrás. Estamos mal. La culpa es del dirigente, no han llevado una buena administración deportiva. No salimos del dirigente de equipo a la Federación”.

También habló de las visitas de equipos extranjeros al país: “Antes se hacían buenos partidos, llegaban equipos de Chile a jugar a Usulután, por ejemplo…Firpo le ganó a la Juventus cuando Taconi era el portero, eran bonitos tiempos. Pero luego llegó el decaimiento de un fútbol increíble a nivel general, todo. Comenzando por la Selección, que ya no tiene el abolengo que tuvo, ni el arrastre, ni la cotización. Los dirigentes lo han destruido”.

Mario Meza Mayén, Arnoldo Batres y Carlos “Carlanga” Rivera durante una concentración con la Selecta

El tiempo pasa y hoy Arnoldo Batres es más “casero”. Lo explica: “Hoy ya no tengo la acuciosidad, el deseo de estar de cancha en cancha, como antes que iba por todos lados con la grabadora, entrevistando jugadores, dirigentes, con la grabadora Telefunken”.

Sin embargo, les da consejos a los nuevos periodistas: “Trabajo y acuciosidad. Que sean honestos, que trabajen porque siente amor por el deporte y no porque el deporte le va a dar dinero para vivir”.

Cuenta que un día el periodista Chalío Hernández Colorado le dijo: “Usted está en la primera emisora del país. Usted puede triunfar como no puede triunfar. Pórtese bien, siga consejos, tiene todo, narra, es locuaz, no tiene miedo de entrevistar. Depende de usted triunfar”.

Con la pasión como premisa inalterable lo ha hecho muy bien, Tio Noldy.