El presidente del Congreso, Norman Quijano, afirmó ayer que la Junta Directiva de ese órgano estatal tomó la decisión de reducir a la mitad el gasto en suministro de artículos de oficina y papel, para poder ahorrar y hacer frente a compromisos financieros de dicha institución.
Explicó que el suministro en ese rubro implica un gasto de $249 mil anuales, por lo que ahora será de $125 mil, esto “en el marco de las medidas de austeridad, que siempre estamos atentos a este tema.
“Se tenía un techo presupuestario para el suministro de $249 mil para suministros de papel y artículos de oficina. La Junta Directiva ha tomado ahora en consideración bajar ese monto en un 50 por ciento. Vamos a andar allí por $125 mil, es decir bajarlo a la mitad para cumplir las necesidades” financieras que tiene la institución.
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El diputado Raúl Beltrán Bonilla negó este miércoles que forme parte de su equipo de asesores. El Diario de Hoy pudo constatar que la exatleta está asignada al grupo parlamentario del PCN.
La Asamblea Legislativa tiene un déficit de $1.9 millones para el pago de los salarios en los próximos meses del año, por lo que el presidente legislativo ha insistido en que se debe impulsar un proyecto de austeridad que impida a la institución caer en una crisis financiera.
La mayor parte del presupuesto de la Asamblea es utilizado para el pago de salarios. El otro gasto es en bienes y servicios, pero el presidente diputado arenero ha insistido en que no se puede dejar de pagar compromisos como la factura de agua y energía eléctrica.
Para ello, él ha propuesto ante la Junta Directiva un plan para eliminar 10 de las 14 sedes departamentales que tiene el órgano legislativo en las distintas cabeceras del país, algo que le ha generado críticas por parte del partido oficial y del Sindicato de Trabajadores de la Asamblea Legislativa (Sitral).
Quijano sostuvo que mantener estas oficinas implica un gasto de al menos $6 millones, por lo que no es rentable para la Asamblea mantenerlas a todas.
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El presidente de la Asamblea, Norman Quijano, denunció que entre febrero y abril de 2018, hubo 186 contratos nuevos y que algunos podrían ser puestos “fantasma”.
Ante esto, el sindicato afirmó que hay varios empleados de estas oficinas que cumplen a cabalidad con su trabajo y que no se trata de plazas fantasmas, a las que criticaron y tildaron de “corrupción”.
El martes, Quijano aseguró que está analizando recortes en un contrato de telefonía en la Asamblea, que también podría paliar la situación de inestabilidad financiera que atraviesa ese órgano de Estado, generado en mayor grado por la cantidad de contratos hechos a partir de 2012, ha señalado.