Alberto C., de 16 años, desapareció el viernes entre 2:30 y 3:00 de la tarde y de ese momento a este día, sus padres no tienen conocimiento de su paradero.
El viernes por la tarde el adolescente viajó al centro de San Salvador con su tío, motorista de un microbús de la ruta 20 y cuando regresaba a Cuscatancingo, sujetos armados le atravesaron un vehículo cerca del ex cine Central, se subieron a la unidad, solo a bajar a Alberto Steven.
El tío de inmediato avisó a los padres del caso quienes no han parado de buscarlo sin que a la fecha se sepa de su paradero.
Familiares buscan a Hiber Morales, desaparecido el 19 de mayo tras salir de su trabajo
De acuerdo con Hugo Morales, el padre del desaparecido , este fue visto por última vez sobre la 25 avenida norte y 4ª calle poniente en los alrededores del Parque Cuscatlán cuando salió de trabajar a eso de las 12:00 del mediodía.
La madre del joven asegura que desde que supo que se habían llevado su hijo, acudió al lugar donde se lo llevaron pero nadie les dio razón.
Albertono aparece desde el viernes anterior en San Salvador.
“Hemos ido a las delegaciones de la Policía, Fiscalía y Medicina Legal pero nadie nos da razón”, afirmó la progenitora.
En la Policía, le dijeron que esperara 24 horas porque en ese lapso, los muchachos suelen regresar a casa, pero al no aparecer, el siguiente día fueron a la Policía a formalizar la denuncia, sin que a este día tengan algún resultados.
Alberto es el menor de dos hijos en su familia y según su madre, nunca habían tenido problema con nadie ni recibido amenazas de pandillas que hicieran suponer un peligro o riesgo a futuro.
El joven estudiaba a distancia y aprendía mecánica de enderezado y pintura en Cuscatancingo, su madre afirmó que Alberto no suele salir de la zona, por lo general se mantiene en casa, pero el viernes se sentía aburrido y decidió acompañar a su tío a dar una vuelta en el microbús que manejaba, solo para que se lo llevaran.
Agente prófugo habló con inspector del ex-GRP antes de desaparecer a Carla Ayala
Nuevos testigos en el caso relataron a la Fiscalía que el inspector Pablo Estrada Villalobos tuvo contacto con Juan Josué Castillo Arévalo, alias Samurai, dos veces, una de ellas antes que huyera con la víctima.
La señora alega que su hijo no tiene nada que ver con las pandillas ni tiene apariencia de ese tipo de personas.