Primera empresa social en El Salvador invierte sus ganancias en guarderías

IMPCT Coffee es la primera empresa social del país que está cambiando la forma de hacer negocios. Su misión está en aportar a la sociedad.

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Los niños reciben una educación basada en el método Montessori con el que se vuelven más independientes y comunicativos. Foto/ Jessica Orellana / Foto Por Jessica Orellana

Por Karen Molina

2018-05-27 8:00:37

¿Se imagina que por cada taza de café que usted consuma en su casa u oficina esté ayudando a reconstruir y equipar guarderías para educar a los niños de una forma integral?

Eso es justamente lo que ya está haciendo IMPCT Coffee, la primera empresa social en El Salvador que no vende un café solo para obtener rédito económico, sino más bien, para dar educación inicial a niños de entre 2 y 5 años a través de guarderías con un método de enseñanza especializado.

La empresa social es dirigida por Andrés Escobar, un joven visionario que en 2015 ganó la competencia anual de emprendedores sociales Hult Prize patrocinada por The Clinton Global Initiative, fundada por el expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.

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Fundación Clinton entrega premio Hult Prize a salvadoreño

Exmandatario estadounidense, Bill Clinton dio el reconocimiento y premio de $1 millón. Hult Prize es una competencia mundial en la que participan emprendedores sociales. El salvadoreño Andrés Escobar integró el equipo ganador del Hult Prize 2015.

Con los fondos que él y sus compañeros de proyecto obtuvieron con este premio han financiado un largo proceso para crear una empresa social. No es una ONG que se sustenta a través de donaciones, pero tampoco es solo una empresa lucrativa que tiene un proyecto de responsabilidad social empresarial. “Es una empresa social. El concepto aún es nuevo en El Salvador, pero si todas las empresas fueran sociales, este país cambiaría”, dijo Escobar.

Su empresa comercializa café de altura a oficinas y personas particulares y con sus utilidades financia la asesoría y remodelación de guarderías establecidas en empresas con las que hacen alianzas.

Rosy Escobar y Andrés Escobar dirigen la empresa social en El Salvador.

El nombre de estas guarderías es Playcare y en El Salvador ya funcionan dos: una, situada en un complejo industrial y la otra, en una empresa procesadora de lácteos. Pronto podrían abrir una tercera guardería en alianza con otra empresa, afirma Escobar.

La empresa de Andrés es internacional. Junto a sus compañeros de proyecto (un hondureño, una taiwanesa y un canadiense) han expandido la comercialización de IMPCT Coffee y el apoyo a las guarderías. Hay una más en Guatemala y otra en Sudáfrica, que han sido gestionadas por sus amigos.

El auge de la empresa social en el mundo

Las organizaciones ya no se evalúan en función de métricas tradicionales, como el rendimiento financiero o incluso la calidad de sus productos o servicios. Por el contrario, las organizaciones de hoy son cada vez más juzgadas sobre la base de sus relaciones con sus trabajadores, sus clientes y sus comunidades, así como su impacto en la sociedad en general, transformándolas de empresas comerciales en empresas sociales, según el estudio Tendencias Globales de Capital Humano 2018 que realiza Deloitte.

Educación inicial

¿Pero por qué apostarle a guarderías como parte de un emprendimiento social? Según el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (Unicef) la educación que reciben los niños en los primeros cinco años de vida define todo su desarrollo en el futuro. Escobar lo sabe y está convencido de que con una educación especializada, los niños pueden desarrollar sus habilidades sociales, psicomotrices, etc. y convertirse, posteriormente en buenos ciudadanos.

En las guarderías Playcare, los niños reciben una educación basada en el método Montessori, que se centra en desarrollar la independencia del niño, respetar su psicología natural y su desarrollo social.

 

 

“Este café tiene un efecto diferenciador, tiene un impacto social”, afirma Escobar, quien se muestra optimista de que la empresa encuentre una mayor aceptación comercial y más aliados empresariales que tengan su misma filosofía.

El sueño de Escobar es que IMPCT Coffee esté presente en todas las tiendas y empresas aliadas del país y por qué no? en todo el mundo, para mejorar la calidad educativa de los niños.

Una empresa social trabaja en función de un objetivo que impacte a la sociedad salvadoreña.

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