La Ciudad Bataneca es conocida en el mundo por sus hermosos telares, la cual a través de los años mantiene vigente la colorida tradición. Pero San Sebastián, en San Vicente, tiene más que ofrecer; ejemplo de ello son los artesanos que transforman la piedra, quienes armados de cinceles y martillos dejan volar su imaginación y tallan las rocas con las que llevan el sustento a sus familias.
Ese es el caso de Luis Alonso Alvarado, de 27 años, quien desde la edad de 18 se dedica a trabajar en piedra.
Luis fabrica esculturas con distintos diseños, entre ellos monos, morteros, ardillas, conejos, vacas, elefantes, piedras de moler y muchas otras figuras. Los clientes llegan de todos lados, entre ellos de Sensuntepeque, San Salvador, San Miguel y otras partes del país.
“La inspiración viene de mis antepasados, los abuelitos que nos enseñaron desde pequeños y así es cómo hemos aprendido de este oficio”, explicó Luis.
Foto EDH por Mauricio Cáceres
El artista utiliza la piedra de cantería que, por sus características como los poros, la vuelven lo suficientemente moldeable para darle forma a sus ideas y sentimientos.
“Podemos ver una piedra en la calle y decir de ésta sale un dibujo o tal objeto; pero no, es una piedra ya especial para esto”, explicó Luis.
Papá Chamba, el bataneco de 101 años
El municipio de San Sebastián está a la víspera de celebrar su centenario el próximo 30 de abril.
Su taller se encuentra a un costado de la carretera que conduce al centro del municipio de San Sebastián, específicamente en el cantón Aguacayo. En él trabajan entre 10 y 11 hombres de diversas edades; algunos de ellos jóvenes que, por medio de la escultura de la piedra, logran pagar sus estudios.
En ocasiones suelen dedicarse a trabajos de albañilería. Según cuenta, su sueño más grande es llegar a ser enfermero para ayudar a otros en momentos difíciles.
Foto EDH por Mauricio Cáceres
Luis planea que el negocio crezca no solo en el país, sino a todas partes del mundo. Aunque no se cierra a la posibilidad de que la vida le tenga preparadas otras oportunidades de crecer como escultor o en el rubro que sea.
Él expresa que se siente orgulloso de ser un artesano en piedra y que sus obras lleguen a países lejanos, como los europeos.
¿Y los telares?
Tradicionalmente San Sebastián destaca por sus hermosos telares.
Lamentablemente la tradición se está perdiendo año con año.
“San Sebastián se caracterizó porque casi todas las familias tenían telares. Esto daba gusto levantarse a las 4:00 de la mañana y escuchar el sonido de los telares”, expresó Cristo Flores Ayala, artesano de telar de palanca.
Muchos dueños de telares se hicieron profesionales con el tiempo, lo que les dio la oportunidad de mantener a sus familias y mandar a sus hijos a estudiar.
Para Flores es muy importante mantener vigente los telares, ya que es patrimonio para los batanecos y eso les hace luchar para que la tradición no se pierda.
San Sebastián celebra el centenario de ser ciudad
Este municipio es conocido porque ahí se elaboran tejidos de forma artesanal, pero, además, tiene otros aspectos culturales, como sus iglesias. La comuna realizará varias actividades de tipo recreativo y cultural a partir del 15 de marzo, y con participación de otras instituciones públicas.
“Este es un patrimonio que queremos mantener y estamos en la lucha por que así sea, que los jóvenes se interesen en revivir ésta tradición”, indicó Flores.
Este artesano, de 65 años, comenzó a trabajar en los telares de madera desde los 12 años.
“Me siento bien porque, a pesar de la edad que tengo, todavía tengo ganas de seguir trabajando en las artesanías de San Sebastián”, expresó Flores.
Foto EDH por Mauricio C‡ceres
Antes, el proceso de elaboración de las telas era diferente al actual, ya que “el algodón había que enchilatarlo, había una preparación de miga de arroz, hacer el atol con agua y ponerle fuego”, explicó el artesano. Ahora se trabaja con hilos exportados o nacionales.
Contó que antes del conflicto armado en el país, los telares eran muy demandados a nivel regional, debido a que el comercio proliferaba. Según Flores, actualmente hay alrededor de 40 a 60 talleres.
De acuerdo con los artesanos, poco a poco San Sebastián va recuperando los tradicionales telares. Ahora sueñan con que vuelvan aquellos días gloriosos en los que el sonido de la madera y el hilar de los telares reinaba en el pueblo.