Un ataque de celos llevó al agente policial Roberto Antonio Ramírez, de 40 años, a terminar con la vida de su pareja y luego a dispararse en la cabeza, informó la Policía Nacional Civil.
De acuerdo con la información, Antonio Ramírez celaba con frecuencia a Esmeralda Ruano Contreras, de 28 años, con quien tenía un segundo hogar y un hijo de 10 meses.
El crimen se registró la noche del jueves, cuando Antonio Ramírez llegó a la casa de la víctima, ubicada en la colonia San Francisco, cantón Los Magueyes, Ahuachapán, empezó a discutir y luego le disparó enfrente de su hija de 8 años. Después de cometer el crimen, Antonio Ramírez se disparó en la cabeza.
La madre de la joven relató que momentos antes del asesinato el agente llegó a la casa y abrió con mucha cólera la puerta, tiró algunas cosas de la casa e inició una fuerte pelea con la víctima.
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Los gritos de la menor, al presenciar el asesinato de su madre, fueron escuchados por su abuela, quien inmediatamente llegó a la casa y vio el cadáver de Esmeralda en el suelo, junto a ella estaba el bebé de 10 meses, quien resultó sin lesiones.
El agente de la Policía murió esta mañana en el hospital donde estaba siendo atendido.
Esmeralda nunca denunció el maltrato
Los problemas de celos entre la pareja se agudizaron desde Semana Santa, según la madre de la víctima. Todos en la comunidad sabían que Roberto y Esmeralda tenían problemas, pero nunca la mujer denunció el maltrato.
Ambos se conocieron desde hace cuatro años y en muchas ocasiones, el agente llegaba a la casa de la víctima y con mucha fuerza le quitaba el celular y posteriormente se lo revisaba ya que le expresaba “que tenía otra marido”.
Esmeralda trabaja desde hace años en un almacén de electrodomésticos en Ahuachapán.