El papa Francisco exhortó el martes a la unidad de la Iglesia Católica y atribuyó sus divisiones al diablo.
Fue la segunda vez en dos días que Francisco advierte sobre la obra destructiva del diablo a pesar de que en declaraciones recientes aparentemente negó la existencia del infierno.
El papa ofició una misa con 550 misioneros de la misericordia, un ejército sacerdotal que creó durante su Jubileo de la Misericordia en 2015-2016 para destacar el sacramento de la reconciliación.
El enfado del Papa Francisco por el uso de móviles durante misas
"¡Qué feo! y qué tristeza me da cuando celebro en la plaza y en la basílica y veo tantos móviles levantados. La misa no es un espectáculo", clamó Francisco
En su homilía, Francisco dijo que la iglesia y el mundo necesitan la misericordia para que la unidad deseada por Dios en Cristo prevalezca sobre la acción negativa del diablo.
Algunos conservadores han acusado al pontífice de dividir la iglesia al dar prioridad a la misericordia sobre la moral.
Sobre la santidad
El papa hizo un llamado a los fieles católicos para que practiquen la santidad en todo lo que hacen, destacando que los “santos comunes” son más agradables a los ojos de Dios que las élites religiosas que insisten en un cumplimiento perfecto de las reglas y doctrinas.
El pontífice señaló en un documento publicado el lunes que defender a los pobres y a los migrantes es “igual de sagrado” que defender los derechos de los no nacidos. El comentario fue una crítica poco disimulada a la derecha conservadora de Estados Unidos, cuya oposición al aborto está por encima del mandato divino de amar y acoger a los extraños.
Francisco advirtió que los insultos que algunas veces se esparce a través del internet, incluidos los medios católicos, tiene que cesar debido a que viola el mandamiento de Dios sobre no levantar falsos testimonios contra otros, no mentir o “difamar despiadadamente a otros”.
El documento titulado “Gaudete et exsultate” (Alegraos y regocijaos), es la tercera exhortación apostólica del papado de Francisco. Las dos primeras molestaron a los conservadores por su condena al capitalismo y por sugerir que los divorciados y casados en segundas nupcias civiles pueden recibir el sacramento de la comunión.
El texto fue firmado el 19 de marzo, en el quinto aniversario de su pontificado, y reafirmó convenientemente la centralidad a su papado de las “Beatitudes”, las ocho bendiciones bíblicas que enaltecen a los humildes, a los pobres y a los compasivos.
En el documento, Francisco dijo que él no tenía la intención de definir lo sagrado ni establecer las diferentes maneras para llegar a la santidad. En vez de eso, señaló que quería reenfocar el llamado universal de la Iglesia a la santidad que puede ser hallada en cualquier persona, como “la santidad de clase media” de un esposo que ama a su esposa, una madre que enseña pacientemente a su hijo, o de un empleado que trabaja con integridad.