Atendamos la salud mental de los salvadoreños

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Ernesto Allwood, junto a José Vidal Hernández. Foto Primera División

Por Karla Interiano

2018-04-07 7:46:05

Cuando se habla de la salud de las personas, casi siempre el enfoque es en la salud corporal, en la presencia o ausencia de enfermedades físicas, pero se deja de lado la salud mental, que viene a ser un complemento para la salud integral del ser humano. “Mens s?na in corpore s?n? (mente sana en cuerpo sano)”, se dice desde muy antiguo.

Margaret Chan Fung, quien fungió como Directora General de la Organización Mundial de la Salud, dentro del Plan de Acción sobre Salud Mental 2013-2020, hizo referencia al bienestar mental como un componente fundamental de la definición de la salud según la OMS. La salud mental hace posible que las personas materialicen su potencial, superen el estrés normal de vida, trabajen de forma productiva y hagan aportaciones a su comunidad.

En los diferentes países, sean estos de bajos o altos ingresos, existen índices significativos de personas con trastornos mentales, tales como depresión, ansiedad, bipolares, esquizofrénicos, con alteraciones emocionales, cognitivas y de comportamiento.

Según datos de la OMS, un número considerable de personas sufre depresión y muchas optan por el suicidio. Asimismo, se ha podido determinar que es mínimo el presupuesto que se invierte en salud y especialmente en salud mental.

El mundo cambiante en el que se vive y los problemas sociales, como la pobreza, desempleo, inseguridad, violencia, drogas, estrés, desencadenan en el ser humano cambios emocionales que afectan su mente, son generadores de enfermedades, que se vuelven crónicas, si no se tratan a tiempo; además, podría decirse que, de igual manera, los problemas mentales son desencadenantes de problemas sociales como los que vive el país.

En alguna medida, tanto el Ministerio de Salud como algunas universidades han realizado estudios sobre este problema en nuestro país, pero es importante realizar una labor más investigativa y darle seguimiento a los resultados, para encontrar a través de los estudios de diagnóstico, posibles alternativas de solución que puedan contrarrestar el problema. Pero se necesita mucho del apoyo del Estado.

La Organización Mundial para la Salud y la Organización Panamericana para la Salud hacen sus aportes para mejorar la salud mental de la población, en todos los países, como parte de la salud integral; sin embargo, cada país es responsable de velar por la salud integral de su población. Es así, que la familia siempre juega un papel importante para contribuir a que cada miembro goce de una adecuada salud mental; cada persona en general es responsable de cuidar su salud mental.

El Estado mismo deberá velar por que se implementen programas de acción, mediante las instituciones responsables de preservar la salud de los salvadoreños, principalmente, debería ser la Procuraduría de Derechos Humanos. En la actualidad, el país cuenta con una Ley de Salud Mental, la cual debe ser revisada y apegada a la realidad salvadoreña; de ser posible, que en la misma, intervengan especialistas de la salud mental, para validar aspectos técnicos, que esta contemple.

Dicha Ley faculta al Ministerio de Salud, Ministerio de Educación, Ministerio de Trabajo y Previsión Social, al Sistema de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia, al Ministerio de la Defensa Nacional, al Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, a intervenir cada cual, en sus campos de acción, para velar por la salud mental de la población, por lo que, deben empoderarse de esa responsabilidad, para trabajar en ello, ya que de nada sirve la creación de una Ley si no se pone en práctica lo que en la misma, se establece y sobre todo, lo que la población demanda.

No se puede invisibilizar un problema que atañe a todos los seres humanos, la salud mental de los salvadoreños cada vez más se ve afectada, por las mismas condiciones que vive el país.

Es de reconocer el trabajo, que hacen hoy por hoy, todos los especialistas en salud mental: neurólogos, psicólogos y psiquiatras, cada uno, en su ámbito de trabajo, ya que no es sencilla la labor que desempeñan y en muchos casos con recursos escasos. Se vuelve un reto para estos profesionales, ejercer su profesión frente a tanta demanda de atención. Es necesario contar con más especialistas que se sumen a esta labor, ya que hay mucho por hacer, en la prevención, tratamiento y rehabilitación de la población afectada.

La tarea no es fácil y muy seguramente desde el punto de vista económico resulte un costo elevado, invertir en la salud mental de los salvadoreños, así como lo es invertir en contrarrestar muchos otros problemas sociales que aquejan a nuestro país; sin embargo, es fundamental invertir en la calidad de vida de la población, ya que siempre, resultará más costoso trabajar en la cura de un problema, sea cual fuere, que en su prevención.

Licenciada en Psicología y
Máster en Diseños y aplicaciones
en Psicología y Salud.
Colaboradora de
El Diario de Hoy.