Su nombre quedó por siempre grabado en la historia del arte. Fue Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso, nombre real del artista, el creador del Cubismo, movimiento artístico que nació en 1907, pero que a 111 años de creación sigue siendo influencia de muchos y una de las corrientes más analizadas.
Picasso falleció un 8 de abril, pero hace 45 años, en Francia. Un edema pulmonar causó su muerte. Sin embargo, sus lienzos, esculturas y dibujos adquirieron mayor relevancia y ahora se cotizan a precios exhorbitantes en el mercado.
Las formas geométricas planas características de este estilo tuvieron dos corrientes, que fueron abanderadas por el pintor español. La primera de ellas se denominó cubismo analítico y “pretendía representar cuerpos complejos en versiones simplificadas, mediante masas fragmentadas en figuras geométricas”, según el español Andrés Croxatto. La segunda fue el cubismo sintético, este estilo no utilizaba las figuras con volumen, “sino que se entregó totalmente a la composición bidimensional”, según el portal del crítico de arte, Croxatto.

El refugio de las 10 pinturas famosas
Los museos se convierten en la morada de millones de piezas arte muchas de ellas con un turbulento historial tras ser creadas: robadas con huellas de vandalismo o deterioradas por dueños pasados.
Para recordar el legado artístico del padre del Cubismo, hacemos un recorrido por sus obras más emblemáticas, que demuestran su visión de mundo, sus musas y sus temores.
“El Guernica“: Quizá sea la pintura más conocida de Picasso. El bombardeo a la población de Guernica, durante la Guerra civil Española (1937) fue representado en este simbólico cuadro, considerado un “grito pictórico contra la represión y la violencia”. El malagueño utilizó colores blancos, negros y grises para interpretar el dolor de toda una población. Esta obra está resguardada en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en Madrid.
“Las señoritas de Avignon“: Pintada en 1907, se considera la obra con la que Picasso rompió con los cánones del realismo. El autor retrató a cinco prostitutas de un burdel en Barcelona, por lo que fue considerada una obra inmoral; sin embargo, los trazos de Picasso mostraron la magnificencia de su arte: planos angulares y un innovador reduccionismo. Acá inicia el arte moderno.
“La chica frente al espejo“: Picasso tuvo muchas musas en quienes inspirarse. En esta obra fue su amante Marie-Thérèse Walter quien fungió como modelo. La pintura fue creada en 1932 y evidencia los rasgos del Cubismo: figuras creadas a partir de líneas geométricas (rombos y círculos). La pieza se exhibe en el Museo de Arte Moderno de New York (MoMa).
“Dora Maar au chat“: La fotógrafa surrealisata Dora Maar fue amante y modelo de Picasso. Este retrato fue pintado en Francia, durante la ocupación nazi. Los colores “salvajes” expuestos en esta pieza lo hacen un cuadro memorable, según los críticos de arte. El cuadro fue adquirido en 2006 por un ruso, a un precio de $95,216,000.
“El Sueño“: Una vez más, Marie-Thérèse Walter serviría como inspiración para Picasso. La obra fue creada en 1932, en tan solo un día. Considerada sugerente y sensual, “El Sueño” ha sido una de las piezas más cotizadas, ya que en 2013, luego de haber sido restaurada, fue vendida a Steve Cohen. El precio de adquisición fue ostentoso: $155 millones.
“El guitarrista“: Esta obra, creada en 1903, pertenece al período “azul” de Picasso y expuso la profunda tristeza y el luto por el que el artista se encontraba a raíz del suicidio de un gran amigo, el poeta y pintor español: Carlos Casagemas. Picasso viajó con Casagemas a París “en busca de fama y fortuna”, según algunos críticos de arte.
“Los tres músicos“: Esta es la pieza con la que Picasso finaliza la etapa del Cubismo sintético. En ella, el artista representó a un Arlequín, un monje y un Pierrot, que muchos analistas consideran que son Picasso y los poetas Apollinaire y Max Jacob. El cuadro, que mide dos metros de alto, mora en el Museo de Arte Moderno de New York.
“El muchacho con Pipa“: Esta pintura se enmarca en el período rosa del artista. Creada en 1905, cuando el autor tenía 24 años, la pieza fue considerada “una obra maestra rara en el mercado del arte”. En 2004 se convirtió en el cuadro más valioso de la historia del arte contemporáneo al ser adquirido en la subasta Sotheby’s, en Nueva York, por: $104.1 millones.
“Cabeza de toro“: Es una de las esculturas de bronce más conocidas del artista. Fue creada en 1942, cuando el español encontró entre un promontorio de objetos el asiento viejo de una bicicleta y al lado un manillar oxidado. “La idea de esta cabeza de toro me vino sola. No he hecho más que soldarlos”, expresó Picasso en una oportunidad.