Jóvenes elaboran la mega alfombra de Sensuntepeque

En 1980 inició la tradición de elaborar una alfombra, con los años fue creciendo hasta llega a ser tan grande, que hoy los jóvenes trabajan en más de 220 metros para crear la más grande del país.

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Foto/ Jorge Reyes

Por Violeta Rivas

2018-03-28 10:05:29

En 1980 inició la tradición de los vecinos de la colonia Buenos Aires, de Sensuntepeque, Cabañas, de elaborar una alfombra, durante la Semana Santa.

Denis Alfaro, diseñador de la alfombra, cuenta que la idea comenzó cuando llegó a vivir a la colonia y decidió hacer una alfombra frente a su casa, para elaborarla le ayudaban su familia y otros parientes.

Poco a poco se fueron uniendo más vecinos con sus familias y cada vez era más grande, hasta que se hizo una tradición decorar la calle de toda la colonia.

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En 1980 inició la tradición de elaborar una alfombra, con los años fue creciendo hasta llega a ser tan grande, que hoy los jóvenes trabajan en más de 220 metros para crear la más grande del país.

Para poder trabajarla a lo largo de toda la artería, como la hacen actualmente, participan los vecinos de las tres cuadras y muchos jóvenes del municipio.

El diseño de la alfombra se empieza a trabajar un año antes, se toman decisiones como decidir quien será el encargado de cada detalle de la decoración, además de coordinar cómo conseguir el dinero que se necesitará para la elaboración.

El tesorero del Comité de la Alfombra de Sensuntepeque es Ramiro Gallegos, quien cuenta que son al menos 4 mil dólares lo que se necesitan para comprar todos los materiales para su elaboración, esto sin sumar la alimentación de los colaboradores; para ello los vecinos se organizan para aportar el desayuno, almuerzo y cena de todos los participantes.

“Para reunir los fondos hacemos varias actividades durante el año, entre ellas veladas, venta de sopas de gallina india, salimos a pedir la colaboración voluntaria de los vecinos de la colonia y sus alrededores, y también nos ayudan personas que viven en el extranjero que nos apoyan con su donaciones”, cuenta Gallegos, quien añade que eran muy jóvenes cuando comenzaron a elaborar la alfombra, luego a unirse los vecinos y hoy en día a son reconocidos a nivel nacional e internacional por tener la alfombra más grande del país.

 

 

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Actualmente son alrededor de 60 niños, jóvenes y adultos los que participan en la elaboración de la mega alfombra de Sensuntepeque, que abarca tres cuadras de la colonia Buenos Aires.

Gallegos comenta que este año el trabajo no solo se resume en hacer la alfombra, sino que han involucrado a toda la comunidad y la iglesia, ya que en las tres cuadras habrá participación de coros religiosos, música de marimba entre otras actividades para que los visitantes puedan compartir con los residentes de Sensuntepeque esta tradición.

Desde hace tres años también comenzaron con la incorporación de “Guardias Romanos” quienes custodian la alfombra el viernes santo.

La vestimenta es elaborada con material reciclado dice Denis Alfaro, ya sea cartón o plástico, el cual es transformado en los uniformes que portarán los soldados romanos.

Bryan Hernández, de 16 años, es uno de los colaboradores de la alfombra desde hace cuatro año.

“Lo que me gustó más fue el convivió que se tiene como familia, el apoyo que nos damos unos a otros, eso fue el incentivo que tuve para formar parte de la megalfombra”, dice Hernández.

Bryan comenta que muchos de sus amigos participan en la creación de la alfombra, todos ellos colaboran y unos a otros se enseñan las formas de crear cada detalle del diseño.

“A pesar de mi corta edad me han tomado en cuenta, los demás me enseñan lo que no puedo hacer, me siento en familia cuando estamos todos reunidos, y me gusta más colaborar en la noche y ver el amanecer junto a la familia y amigos trabajando en este proyecto tan grande por el que nos conocen en este municipio”, dice Hernández.

Jóvenes trabajan en la elaboración  de  la alfombra más grande en Sensuntepeque.

William Portillo, de 27 años, es otro joven de Sensuntepeque que colabora con la elaboración de la alfombra desde hace 10 años.

“La experiencia de trabajar en la alfombra es muy especial para mi por que convivimos con muchos amigos, vienen personas de otras partes a ayudarnos, se vive como una fiesta. El trabajo comienza el Domingo de Ramos en la noche, y la mayoría no dormimos casi nada hasta el Viernes Santo que terminamos el trabajo de la alfombra”, dice Portillo.

William cuenta que son de dos a tres horas las que duermen cada día, porque tienen que continuar con el arduo trabajo de elaborar cada detalle.

 

 

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Erick Echeverría, de 29 años, es parte del comité pro alfombra de Sensuntepeque, además es el representante de los jóvenes dentro de la directiva y tiene ya 14 años de participar en la actividad.

“Yo era una persona que casi no salía de la casa, y para Semana Santa siempre mis papás me llevaban a la iglesia. Uno de mis hermanos mayores sí participaba en la elaboración de la alfombra, y veníamos a verlo trabajar. Poco a poco me fui entusiasmando al ver que toda la comunidad se reunía para colaborar y fue así como me uní a ellos”, dice Echeverría.

Erick cuenta que lo que más le gusta de participar es que no le niegan la participación a nadie, ya que son niños, jóvenes y adultos los que colaboran.

“Para mí como joven es un orgullo sensuntepecano y nacional que reconozcan nuestro trabajo porque tenemos amigos hasta en Japón y Australia, que les muestran a sus conocidos la alfombra. Nuestra idea es mantener vivo lo religioso pero también la convivencia de la comunidad con la elaboración de la alfombra”, comenta Erick.