Un comité al rescate de las procesiones
AHUACHAPÁN. La decadencia de las tradiciones y de la devoción de las personas para vivir a plenitud la Semana Santa en Ahuachapán, generó hace 22 años que un grupo de ocho personas se organizaran para rescatar lo perdido.
La presidenta del Comité de Apoyo de la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, Elsa Gladis Díaz viuda de Corado, de 56 años, relató que en ese entonces, las procesiones de la ciudad salían sin tener mayor realce. Incluso, las imágenes que salen en procesión carecían de vestimenta, lo que llevó en una ocasión a que una de ellas llevara un vestido prestado.
“Las procesiones en otros lados eran solemnes y aquí la gente ya casi no iba porque (siempre era) lo mismo. Al ver tanta cosa negativa fuimos nosotros coordinando con la dirección del párroco, Carlos Álvarez, que estaba anteriormente”, narró la presidenta.
Una de las principales tareas del grupo, que actualmente está integrado por tres personas, es coordinar los arreglos de las jardines que llevan las andas. Su trabajo ha permitido que los asistentes puedan apreciar las imágenes y la forma como la anda va decorada.
El trabajo no es fácil; sobretodo porque se reúnen cada fin de semana para preparar los mensajes que lleva el anda y para buscar a donantes de las flores en las jardines.
Estos últimos son los encargados de cubrir el costo del arreglo, cuyo trabajo lo hacen por su propia cuenta pero con la supervisión del comité, que garantiza que el mensaje que quieren brindar, sea plasmado en el anda.
“Me siento satisfecha ante todo esto que hemos hecho porque oímos los comentarios de las personas y dicen que ‘no tenemos nada que envidiarle a otro país porque aquí la Semana Santa es lo más lindo que hay’”, señaló con orgullo la presidenta del comité.
Olga Marina Sierra de López, de 54 años, tiene dos décadas donando el jardín de la Virgen María que acompaña a Jesús Nazareno en la procesión de La Reseña. Ella dijo que es un privilegio ofrendar dicho servicio, que se debe a muchos milagros que ha recibido a través de su intercesión y desea que sus hijos continúen dicha devoción cuando muera, para que el arreglo de su anda siempre luzca sus mejores galas.
José y su talento al servicio de Dios
LA UNIÓN. Jóvenes y adultos de la Parroquia San Carlos Borromeo, del municipio de La Unión, se unen cada año para trabajar en la preparación de la urna o anda en la que llevarán la imagen de Jesús Nazareno, durante el Vía Crucis, del Viernes Santo.
José Ronald Ortiz Rubio, de 38 años, residente del cantón El Jícaro, es un talentoso decorador que tiene más de seis años de dedicarse, con mucha devoción, a poner su toque especial con la flores naturales que adornan la urna.
Montar la decoración, junto a un equipo de colaboradores, le lleva, en promedio, cuatro horas. “Es algo que ha nacido en mí, querer colaborar con mi trabajo, hacer todos los arreglos. Los miembros de la Parroquia me dan todas las flores que necesito para dejar bonita la urna”, explica Ortiz Rubio, quien espera pode seguir colaborando en la parroquia y en su comunidad de la Ermita, del cantón El Jícaro.
Algunas docenas de flores las compran la parroquia y otras que son donadas por los feligreses.
La asociación que fundó el beato Romero
SAN MIGUEL. La Asociación de Caballeros del Santo Entierro está formado por 40 feligreses, entre hombres y mujeres, cuya actividad principal es cada Viernes Santo.
La asociación fue fundada en 1957 y en sus primeros tiempo el sacerdote Oscar A. Romero, hoy Beato Monseñor Romero, fue su autoridad eclesiástica.
El domingo 21 de abril de 1957, a las 8:00 de la noche, un grupo de 19 hombres y el padre Romero se reunieron en la casa de don Alejandro Avelar, “para tratar de organiza una asociación católica que encause sus actividades para darle más solemnidad a la procesión del Santo Entierro” por invitación de Alejandro Avelar y Juan Francisco Vega, según consta en el libro de actas.
Esa noche nació la Sociedad de Caballeros del Santo Entierro, encargados de organizar la anda procesional que lleva al Cristo yacente, así como otras actividades propias de la Semana Mayor.
“Antes la asociación era numerosa y la gente tenía la devoción de cargar, pero poco a poco los miembros de la asociación se hicieron mayores de edad y fueron muriendo, así la urna quedo relegada por el hecho de que no se podía sacar por su peso”, comentó Dany Alexis Argueta Martínez, presidente de la asociación.
Pero la urna podría ser lucida nuevamente, en conmemoración del 65 aniversario de la asociación, “para darle ese auge que tuvo antiguamente la asociación, y evangelizar con la representación de la muerte y resurrección de Jesús”, dijo Argueta.
Durante todo el años la imagen del Cristo yacente, reposa en una urna de cristal sobre un altar de mármol, pero cada Miércoles Santo la imagen es llevada a una área reservada de la Catedral Basílica Reina de la Paz, para hacerle una limpieza con algodón y aceite, posteriormente la imagen se envuelve en algodón perfumado que es retirado el Viernes Santo, el algodón utilizado para embalsamar la imagen es entregado a los fieles.
“Es la simulación que se hace de un cadáver porque queda el día jueves en velación, el algodón se regala para que las personas lo tengan como una reliquia”, comentó Sonia Esperanza Orellana.
Los miembros de la asociación se mantienen fieles a sus principios, pero con el paso del tiempo han ampliado sus funciones así como la incorporación de mujeres, y permitir el ingreso de los jóvenes desde los 12 años de edad.
María de la Paz Hernández, de 78 años de edad, tiene más de 50 años de pertenecer a la asociación, bajo la sugerencia de su madre, quien junto a su padrastro formaban parte de este comunidad católica.
“Antes era bien lindo porque habían más de 100 socios y gente de peso, cuando el padre Romero fundo esta asociación él estaba en la Santo Domingo (Parroquia Nuestra Señora del Rosario) junto al padre Gregorio Rosa Chávez, era lindo estar con ellos”
Ella recuerda que se reunían los días jueves en la parroquia Santo Domingo, para planear las actividades de Semana Santa, y el arreglo de las andas. “Antes se cargaban en los hombros, los hombres llevaban un gancho para descansar y luego otra persona tomaba su lugar, cada cuadra se hacia el cambio, luego con la gente de edad se pensó en llevar la anda en vehículo”, dijo.
“Al estar arreglando, uno siente el amor, el fervor religioso”
AHUACHAPÁN. Walter Romeo Elías Lima, de 43 años, descubrió que tenía la habilidad de manipular y colocar grandes cantidades de flores de una forma atractiva, durante el novenario de su abuelo, Manuel Elías, en 1988, ya que los muchos arreglos que llevaron familiares y allegados, le permitió hacer algo llamativo y diferente.
La situación no pasó inadvertida por otras personas y varios años después, una vecina lo buscó para hacerle una petición especial.
Elías recordó que el esposo de la vecina había enfermado de la vesícula, al punto que su vida corría riesgo, por lo que la mujer hizo una promesa a Jesús Nazareno. Esta consistía en donar el arreglo de su anda durante la procesión de La Reseña, que recorre algunas calles de la ciudad cada Martes Santo. Elías aceptó con gusto.
Un día antes comenzó el trabajo a las 9:00 de la mañana y terminó a las 7:00 de la noche. Ahora el arreglo lo hace en cinco horas.
El Martes Santo fue la primera experiencia que tuvo en arreglar el anda de alguna procesión de Semana Santa; situación que se ha repetido cada dos años, en promedio, desde entonces.
Esa primera ocasión sirvió para despertar una devoción, ya que cada vez que lo ha hecho posteriormente, ha sido él quien asume los gastos para la adquisición de las flores, y de otros recursos, para embellecer las andas de Semana Santa.
Señaló que siempre le gusta darle lo mejor y que como cosa curiosa, lo que invierte para la compra de las flores, se le duplica a las pocas semanas.
“Es una gran bendición. Cuando yo he regalado una decoración, lo he hecho de todo corazón porque lo he sentido. La gente que lo hace es por amor y convicción de que no solamente se está dejando ir el dinero, o darse un lujo de decir yo pude hacerlo, sino que es parte del sentir y agarrar un pedacito de la cruz que nos toca y caminar a la par del Señor.”, dijo emocionado.
El inicio de todo
A pesar de que Elías era adulto cuando hizo el primer arreglo a una anda, ya tenía experiencia en el manejo de flores aunque en pequeñas cantidades.
Su abuelo, Manuel Elías, era originario de Cojutepeque por lo que cada 13 de mayo, en su casa había un rezo en honor a la Virgen de Fátima. Por ello, desde un día antes, su padre, Juan Manuel Elías, hacía un pequeño altar en su memoria.
Elías recordó que desde los seis años comenzó a involucrarse en dichos arreglos y, además, observaba cómo su padre era buscado también para realizar altares en novenarios y ocasionalmente a algunas andas.
La cantidad de flores que utiliza para el arreglo depende del concepto que se desea plasmar. y una de las obligaciones que tiene, para que todo salga bien, es la organización, por ello debe conocer el anda a arreglar y determinar, por ejemplo, la cantidad de jardineras que tiene, su medida y si hay necesidad de colocar accesorios adicionales, como lámparas.
“Han sido experiencias bonitas, uno siente el amor de estar haciendo el arreglo; siente el amor, el fervor religioso, además de ser el donante del arreglo, y de sentir de cerca el fervor de la gente”, expresa Elías.