Las siervas de Dios y su labor por el prójimo

Hace 22 años se fundó, en el país, la comunidad de Siervas de la Misericordia de Dios.

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A las 5: 00 de la mañana las Hermanas de la Comunidad Siervas de la Misericordia de Dios realizan el penúltimo Viacrucis antes de entrar a la Semana Mayor en el Templo de la Parroquia San Francisco. Foto/ Lissette Monterrosa

Por Lissette Monterrosa

2018-03-27 11:18:24

“Durante dos años me costó aceptar lo que Dios quería de mi, no me sentía digna de su plan. Él me llamó a comenzar esta obra”, recordó Reyna Angélica Zelaya, hermana fundadora de la Comunidad Siervas de la Misericordia de Dios.

Reyna vivió 13 años en Estados Unidos, de los cuales 11 años fue miembro de la Congregación Pobres de San José, en Virginia. De ahí viaja a El Salvador con la misión de formar una nueva comunidad religiosa, que debía crecer para volverse una congregación.

En 1996, cuando llega a tierra salvadoreña toca muchas puertas. El 20 de julio de ese año, el entonces el obispo auxiliar Gregorio Rosa Chávez asume la administración de la parroquia San Francisco.

Una semana después, Reyna , en compañía de tres aspirantes, llegaron al templo para ofrecer su ayuda en lo que dispusiera el obispo. Sus primera asignaciones fueron de ordenar y limpiar la parroquia, lo cual realizaban por las mañanas. En las tardes se dedicaban a visitar enfermos y a evangelizar.

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La comunidad de Siervas de la Misericordia de Dios y su trabajo por el prójimo

Hace 22 años se fundó en el país, la comunidad de Siervas de la Misericordia de Dios por iniciativa de la hermana Reyna Angélica Zelaya proveniente de la Congregación Pobres de San José de Virginia, Estados Unidos. La iniciativa que se instauró inició con 4 servidoras, ahora alcanza las 55.

Sin embargo, con el pasar de los días, Rosa Chávez les fue dando más responsabilidades.

Pero Reyna nunca perdió de vista su objetivo, la de concretar la comunidad religiosa con el nombre Siervas de la Misericordia de Dios.

Unos meses después, monseñor Sáenz Lacalle, Obispo de San Salvador, les aprobó la constitución de la comunidad, lo cual le permitió tener el Santísimo en el santuario, y simultáneamente les delegó al a Rosa Chávez como Director Espiritual.

En la Capilla de la Casa Madre a las 3:00 de la tarde las hermanas como es costumbre rezan la Coronilla que es meditar sobre la Pasión de Jesús. Foto/ Lissette Monterrosa

Los tres patronos de la Comunidad Siervas de la Misericordia de Dios son: Nuestra Señora de La Paz, el Patrón San José y la Co Patrona Santa Faustina.

Han pasada aproximadamente 22 años desde que se fundó la comunidad, lo que inició con cuatro servidoras, ahora alcanza las 55.

Hay 37 hermanas, distribuidas entre El Salvador y Honduras. En la capital salvadoreña, en la casa de la Formación Albergue Madre de la Misericordia hay 18 miembros más, entre novicias, aspirantes y postulantes.

Para llegar a usar el habito de hermana, se tiene que pasar por un proceso, el cual puede comenzar desde los 14 o 15 años de edad, en el que se observa la etapa de madurez personal y espiritual para tener la certeza de la vocación.

Las jóvenes que tienen el deseo de conocer más sobre el noviciado tiene la oportunidad de vivir la experiencia dentro de la comunidad, que es como un período de prueba, para que decidan si ingresar al proceso o no.

“Pueden venir hacer una semana y si después de este transcurso insisten en conocer más de Dios, pude hacer un mes de discernimiento” expresó Martha Alicia Rodríguez, otra de las madres de la comunidad.

Las Hermanas en proceso de votos, reciben una hora de clases de guitarra y canto. Foto/ Lissette Monterrosa

Pasado el mes de prueba, entran al aspirantado, este proceso puede durar un año o dos, dependiendo la edad.

La segunda etapa es el postulantado, que consiste en realizar visitas a hospitales, mercados, albergues, refugios y a personas de la tercera edad, además de continuar con el procedimiento académico y la formación de auto conocimiento.

Y para culminar el proceso, se encuentra el noviciado, que consiste en la preparación de dos años.

El primero se conoce como Canónico y es donde la novicias participan de la formación de la comunidad y se dedican al estudio de Teología. Luego sigue el año Pastoral, que es la organización de apostolados locales.

Cuando estas etapas son concluidas, la novicia puede solicitar sus primeros votos. Esta ceremonia radica en la colocación de un velo, la entrega de constituciones y la imposición de la cruz.

Los votos se renuevan cada tres o cinco años. Pasado este tiempo, la novicia puede pedir el voto perpetuo, que es la adquisición de un compromiso mayor, porque le entregan un anillo como signo de un pacto con Dios.

“Nosotros estamos donde podamos servir, siempre estamos evangelizando” aseguró Martha.

Las Siervas de la Misericordia de Dios, cuentan con dos albergues, uno de ubica contiguo al Hospital de Niños Benjamín Bloom, llamado Juan Pablo II. El otro es el de la Madre de la Misericordia, en San Salvador.

Hermana Karina observa las provisiones que recibieron de las vendedoras del Mercado San Miguelito, estos alimentos solamente es para las Postulantes y Novicias que están en el Albergue Madre de la Misericordia.
Foto/Lissette Monterrosa