LA LIBERTAD. José Luis Castillo, mejor conocido como Chepe Aleta, es un vendedor ostrero que desde hace seis años comenzó a dedicarse a la venta de comidas provenientes del mar y eso lo ha llevado a ser un comerciante muy destacado en las playas de La Libertad.
El apodo de Chepe Aleta se lo debe a sus amigos, quienes lo empezaron a llamar por ese sobrenombre, ya que José Luis se ha dedicado casi toda su vida al buceo y extracción de productos del mar como ostras, peces y langostas.
Con solo 54 años, José Luis se encarga de atender a los clientes en su rancho y a quienes recibe con mucha amabilidad y con una sonrisa en su rostro.
Foto/ Denis Argueta
La comida que se sirve es cocinada al calor de la leña y las personas pueden degustar los platillos en las frescura del rancho.
Su negocio se llama El Ostrero Chepe Aleta y está ubicado en el kilómetro 49 y medio en La Libertad, lleva el mismo apodo de José Luis, quien afirma que se le ocurrió llamarlo así porque con ese sobrenombre la mayoría de personas lo conocen.
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Han sido preparadas en técnicas como el tejido en telares de dos marcos y la elaboración de accesorios confeccionados con materiales de desecho. Ahora trascienden fronteras con diseños originales bajo la marca Lula Mena.
“Al negocio le puse El Ostrero porque buceaba y pensaba que seguiría buceando y yo ya no podía ir a bucear y solo hubiera quedado Chepe Aleta; pero le puse El Ostrero”, detalló el comerciante mientras extrae las ostras desde sus caparazones.
José Luis siempre ha sido del mar. Aunque al principio trabajaba para un amigo en la playa El Palmarcito, pero tiempo después compró el rancho donde actualmente se encuentra su negocio.
Con la ayuda de su esposa levantaron mucho más el rancho y comenzaron a vender en totalidad.
Una de las atracciones del negocio de José Luis es el río a la par del rancho. Cuando es invierno, las personas comen en el río sin zapatos, ya que las sillas y mesas se encuentran justo en medio.
Entre los platillos que se sirven en su negocio se encuentran desayunos típicos como huevos, frijoles, crema, pan francés y café. En el almuerzo hay gallina, platos de camarones al ajillo y a la plancha, lonjas empanizadas, pescados fritos y rellenos; y por supuesto no pueden faltar las ostras que son la especialidad de la casa.
Chepe Aleta hace el llamado a los turistas para que visiten su negocio y prueben los diferentes menús que ofrecen, ya que, afirma, su delicia y frescura están garantizados.
Foto/ Denis Argueta