Escuela España combate la deserción con el uso de tecnología

La institución que cuenta con club de robótica, ha sumado más tecnología educativa. El esfuerzo permite despertar el interés de las niñas en Matemática y Ciencias.

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Por Susana Joma

2018-03-02 9:27:03

Potenciar las habilidades en Matemática, despertar las inquietudes hacia la tecnología e investigación son parte de los retos que el Centro Escolar España, de la capital, se ha tomado muy en serio y hoy en día esa comunidad educativa ya está viendo frutos.

Quienes visiten la institución podrán tener la oportunidad de ver a grupos de alumnas, que sin mayor problema y con mucho entusiasmo, ensamblan robots, manejan una impresora 3d, experimentan con fenómenos físicos, o aprenden sobre Ciencia con equipo que les permite ver la realidad aumentada.

La escuela, ubicada en las cercanías de la Universidad de El Salvador, es de las pocas que tiene servicio educativo exclusivo para niñas, y la mayoría de su población proviene de hogares de escasos recursos económicos.

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Las proyecciones son la construcción de espacios recreativos en comunidades de incidencia y fortalecer los clubes extracurriculares de música, entre otros.

Con el liderazgo de Doris Hernández, quien funge como directora de la escuela, y del ingeniero Ramón Recinos Yanes, que es coordinador de informática, en los últimos años la institución ha logrado, a través de gestiones con empresas, contar con equipo para establecer un club de robótica con sus estudiantes.

Las niñas que suelen participar en el club han triunfado en varios certámenes. Por ejemplo, el año pasado ganaron el primer lugar en la competencia regional de robótica de San Salvador, y el primer lugar en la categoría de retos a nivel nacional en la categoría intermedio.

 

 

Más tecnología

Sin embargo, en enero este centro de enseñanza dio otro salto con la instalación de un Laboratorio STEM (science, technology, engineering y mathematics), donado por el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG).

En ese contexto Óscar Picardo, director del ICTI, explicó que la universidad ha beneficiado con este tipo de laboratorio a dos centros educativos del área urbana: el Centro Escolar España y el Complejo Educativo Concha Viuda de Escalón; así como a una escuela del área rural, el Centro Escolar de San Luis Talpa.

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Este esfuerzo de dotar a la escuela de este laboratorio forma parte de una investigación que el ICTI desarrolla con financiamiento de la National Academy of Science de Washington, y a través del cual se busca probar que al mejorar la enseñanza de las ciencias se disminuye la deserción y la violencia escolar, en este caso entre las niñas.

Para poner en marcha el laboratorio, la UFG formó el año pasado a un estimado de 30 docentes que imparten Matemática, Ciencia y Tecnología en estos tres centros de enseñanza: “Capacitamos a los docentes en programación, Lenguaje R, Lenguaje Python, impresión Tres D”.

Ampliar conocimiento
El ingeniero Recinos, coordinador de informática de la escuela, y uno de los que recibió capacitación, señaló que en el laboratorio STEM están trabajando ya con un grupo de 40 a 50 estudiantes desde 4o hasta 9o. grado de Educación Básica, del turno de la mañana y de la tarde. Sin embargo, añadió que el proyecto beneficia a alrededor de 900 escolares.

Este docente explicó que se busca que con estos nuevos equipos del laboratorio (que incluyen la impresora 3d, un un generador de Vander Grama con el que se produce estática, microscopios, kits de robótica, entre otros) las niñas refuercen y adquieran otros conocimientos sobre el campo de la Física y la Ciencias, pero que sobre todo que desarrollen proyectos académicos en conjunto.

Es así como ahorar, las niñas no solo pueden manejar la impresora 3d, sino que también imprimen piezas que ellas han diseñado.

Uno de los últimos trabajos que han desarrollado es un sismógrafo. En este emplearon un vaso plástico desechable, un dispositivo electrónico que ellas mismas armaron y programaron, así como una base plástica que diseñaron e imprimieron.

El sismógrafo, que es conectado a una computadora portátil, arroja información en tiempo real.
Favorece la retención

“Como el ambiente se ha hecho bien diferente, no es como el aula común, las alumnas están bien motivadas, tanto así que están desarrollando sus proyectos en cuestión de horas y teniendo un aprendizaje rápido”, aseguró Recinos.

La directora Doris Hernández subraya que estos proyectos tecnológicos que impulsa la institución son vistos con buenos ojos por todos los docentes del centro, los padres de familia y las alumnas, quienes se motivan porque ponen en práctica los conocimientos que reciben en las aulas.

Hernández sostiene que incorporar el uso de más recursos tecnológicos en la enseñanza les ha permitido que incremente un poco la matrícula de alumnas.

Además, señala que también ha contribuido a que disminuya la deserción.“Muchas de ellas (alumnas) se nos van, pero a los días regresan”, aseguró la directora, en alusión a que las estudiantes aprecian el ambiente y prestigio del que goza esa escuela.

La educadora subraya que la institución están haciendo todos los esfuerzos posibles para que todas las niñas continuen su educación formal.

El año pasado, según datos provistos por Hernández, solo un aproximado de 9 alumnas dejaron la institución.

Cambio de mentalidad
Para el ingeniero Recinos, el tema de la tecnología educativa que emplean es sumamente positivo, porque ayuda a que las niñas sean disciplinadas, que desarrollen su mente y superen el temor a la Matemática.

Según explica, varias de las exalumnas que han estado en el club de robótica se han inclinado por seguir estudios en los que se requiere el dominio de la Matemática.

Algunas de las infantes que ahora tienen la oportunidad de formarse con el equipo de robótica y del laboratorio STEM al ver sus avances académicos ya hablan de tomar carreras de ingeniería.

Natalia René Rivas Nolasco, quien tiene 11 años, y atiende el 4o. grado A, sostiene que este es el segundo año que está en el club de robótica y es una de las que ha superado su miedo a la Matemática. Hoy incluso asegura que se le hace más fácil la división.

“He decidido que quiero estudiar un técnico, pero aún no tengo definido cuál”, señaló, con entusiasmo.

El profesor del área de tecnología asegura que ellos también motivan a las estudiantes a que tomen ese tipo de carreras considerando que hay estadísticas que indican que el porcentaje de mujeres que incursionan en estos campos es muy bajo.