Cuando Georgie Helen Henley se incorporó al casting de la película “Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el armario” y continuó en las siguientes sagas, “Las crónicas de Narnia: el Príncipe Caspian” y “Las crónicas de Narnia: la travesía del viajero del alba”, jamás imaginó que su vida se tornaría muy complicada.
Kime retoma sonidos mesoamericanos en nuevo proyecto
En aquel entonces tenía ocho años de edad y fue parte de las cintas con el nombre de Lucy. A su lado había tres niños más, todos juntos interpretaban a los hermanos Pevensie.
Ahora a la edad de 22 años, Henley reveló a The Times que esa etapa no fue precisamente adorable o el sueño que todo infante quisiera tener.

Henley en “Las crónicas de Narnia: la travesía del viajero del alba”.
“Existe un montón de presión en torno a los actores infantiles, para que no admitan lo duro que resulta y nos limitemos a sonreír y decir: sí, me encanta mi doble vida, para que pretendamos ser una especie de agentes dobles o algo así. La cuestión es que nadie quiere ser el que alce la voz por miedo a las consecuencias”, indicó en la entrevista al medio.
Luego habló de la escuela. Como muchos niños que empezaron su carrera profesional a corta edad, destacó que esos años fueron los más difíciles.

Georgie Henley en “Las crónicas de Narnia: el león, la bruja y el ropero”.
“Me gustaba el aspecto educativo de la escuela, me encantaba aprender, pero el lado social… eso era un campo de minas. Y esa parte empeoró por las películas que yo hacía, y por el hecho de que pasara largas temporadas sin ir al colegio”, comentó.
A causa de ello la actriz fue víctima de bullying sin piedad. Sin embargo la situación mejoró cuando entró a la universidad. En el recinto parecía que a nadie le importaba su carrera o que hubiera rodado otras películas en Nueva Zelanda y Australia con Liam Neeson o Tilda Swinton.
“Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” es la gran ganadora de los premios BAFTA
“Resultó maravilloso, porque allí a la gente le parecía genial que hubiera hecho cine. Así que me gustaría poder decirle a mi yo de 13 años que se sintiera un poco más orgullosa de lo que había conseguido”.
Ahora Henley tiene otras metas que cumplir y muchas fuera del cine. De hecho sus intereses van más hacia el teatro.
“Yo solo estoy buscando cosas que me asusten un poco y que supongan un desafío porque aún tengo la impresión de que no sé nada y me queda mucho por aprender”, resumió a The Times.