El cuidado facial es fundamental para lucir una piel perfecta. Las mujeres japonesas lo saben, de ahí que uno de sus atributos más destacados es su piel impecable, casi sin imperfecciones y luminosa.
¿Cómo lo consiguen? Poniendo en práctica el método Saho, un ritual de belleza especialmente creado para el cuidado facial. Este, de acuerdo con efeblog.com, está inspirado en la antigua y tradicional “ceremonia del té en Japón”.
Consta de tres pasos esenciales: doble limpieza, doble hidratación y ambos con una doble aplicación. Con ello, se consigue un cutis impecable, pero para lograr este efecto es preciso ser constante e invertir tiempo todos los días.
En algunos países, las firmas cosméticas han desarrollado productos para el cuidado de la piel usando el método Saho. Sin embargo, este se puede realizar con limpiadores y cremas de otras líneas.
Lo importante es que sean de calidad y que la aplicación de los mismos se haga de forma correcta.
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Doble limpieza facial
Este es el primer paso del método. De acuerdo con mitsuo.es, se realiza aplicando un producto oleico o una leche limpiadora que retire todas las impurezas y restos de maquillaje.
Después, mediante el uso de un limpiador de textura jabonosa se eliminan otros tipos de impurezas como polvo, sudor o células muertas.
La hidratación
Una vez limpia la piel, viene el segundo paso que es la hidratación. Para esto, efeblog.com sugiere comenzar con una loción o un tónico facial que al mismo tiempo que hidrate sea reequilibrante.
“Con lo anterior se prepara la piel para recibir el posterior tratamiento que está compuesto por productos como sérum de acuerdo al tipo de piel, crema para contorno de ojos, crema hidratante u otro tratamiento específico que utilices como una crema para eliminar líneas de expresión o contra el acné”, indica el mismo sitio.
¿Qué es la doble aplicación?
Esto se refiere a la forma de aplicar cada uno de los productos sobre la piel.
En la primera aplicación, debes calentar el producto en la palma de tu mano y extenderlo por todo el rostro mediante ligeros masajes circulares.
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Después, vuelve a frotar tus manos para obtener calor y de nuevo masajear la piel del rostro, pero esta vez haciendo ligeras presiones para favorecer la penetración de los productos aplicados.
El método Saho permite una limpieza bastante completa del rostro; de ahí la necesidad de usar productos de primera calidad y de practicarlo a diario.
Pero, además, efeblog.com sugiere complementar la rutina de belleza con una dieta sana y equilibrada, ejercicio físico moderado para mejorar la circulación sanguínea y oxigenar las células, y un buen protector solar. -Agencias