La confianza en el TSE y en las elecciones

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Cortez (d) de Gremio Porto Alegre disputa el balón con Maximiliano Meza (i) de Independiente, durante el partido de ida de la Recopa Sudamericana en el Estadio Libertadores de América en Avellaneda, Buenos Aires (Argentina). / Foto Por EFE/Demián Estévez

Por Luis Mario Rodríguez

2018-02-14 8:46:47

La última encuesta de la UCA nos muestra datos muy preocupantes. El estudio de opinión señala que se ha deteriorado la confianza de los ciudadanos tanto en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) como en las elecciones. Esta realidad hace aún más urgente la necesidad de generar tranquilidad en el electorado. Una herramienta fundamental para que la gente apoye el desempeño del TSE es la vigilancia por parte de “terceros creíbles” antes, durante y después de las votaciones. Tanto la Unión Europea (UE) como la Organización de los Estados Americanos (OEA) anunciaron que participarán como observadores internacionales. De hecho ya se encuentran en el país varios delegados de la UE y hace unas semanas visitó El Salvador el Jefe de la Misión de OEA, el uruguayo Juan Pablo Corlazzoli. También varios cientos de observadores nacionales de diferentes organizaciones civiles realizarán esta función.

La Unión Europea (UE) señaló que su informe sobre el evento electoral del próximo 4 de marzo será independiente de las apreciaciones que tengan el gobierno y el TSE. Justamente su dictamen final no puede estar influenciado por figuras locales.

La UE desplegará una misión de observación a nivel nacional con más de ochenta expertos. Su trayectoria en este ámbito es de larga data. Las recomendaciones en años anteriores han influido en la mejora de la organización de las elecciones y asistido a la modernización del sistema electoral lo mismo que a transparentar la actividad de los partidos políticos. Ciertamente las medidas que propone, igual que las de la Organización de los Estados Americanos (OEA), no son vinculantes. Sin embargo, se suman al debate nacional y sirven de guía para las reformas que discuten los legisladores y para la agenda de estudios de las instituciones privadas que auditan los procesos electorales.

La presencia de observadores internacionales aporta a la transparencia de los comicios. Para los que intervienen el día de la elección, entiéndase integrantes de las Juntas Receptoras de Votos, vigilantes de los partidos, miembros de las Juntas Electorales Departamentales o Municipales, funcionarios del TSE y los mismos dirigentes políticos, el auxilio de los organismos internacionales significa un respaldo a la legitimidad de su trabajo. Para los electores la colaboración de las misiones internacionales representa una garantía para denunciar cualquier tipo de maniobra que intente descarrilar la voluntad ciudadana expresada en las urnas.

Como es conocido, en Honduras la OEA rechazó el veredicto del TSE sobre las presidenciales y pidió repetir las elecciones. La observación se distingue por la no intervención, es decir, que a quienes ejercen esta función no les está permitido ni mediar ni influir en una situación que se presente. Sin embargo sus informes examinan el papel ejecutado por la autoridad electoral, los miembros de los organismos electorales temporales, los candidatos y la militancia de los partidos, advirtiendo sus dudas sobre la limpieza de las votaciones con el detalle de las razones por las que considera que hubo irregularidades importantes, o en su caso, de no haberse presentado incidentes que alteren la normalidad, validan la labor del árbitro electoral y la autenticidad de los resultados.

Cuando un 74.8 % de los entrevistados por el IUDOP expresa tener “poca o ninguna confianza en las elecciones”, y un 76.7 % menciona, de forma similar, que el TSE le merece “poca o ninguna confianza” es imprescindible que los magistrados del Tribunal informen con más frecuencia al público sobre los avances del Plan General de Elecciones y que habrá acompañamiento de países amigos para certificar los escaños y las alcaldías que obtenga cada partido por disposición de los votantes.

Rechazar la oportunidad que nos da el sistema político para elegir a nuestros representantes podría profundizar los problemas nacionales. En la medida que la sociedad se involucre, exija rendición de cuentas y contribuya con el éxito de la jornada electoral, en esa misma dimensión, quienes administran el poder político estarán obligados a cumplir con sus promesas.

Los partidos, por su parte, tienen que mejorar la calidad de sus propuestas. Este es un aspecto que podría incentivar a los habitantes a cambiar su opinión sobre la importancia del voto.

Columnista de
El Diario de Hoy