MINNEAPOLIS. Cuando terminó el partido con la sorpresiva victoria, contra todo pronóstico, de los Eagles de Philadelphia sobre los todo poderosos Patriots de New England, lo primero que hizo Nick Foles fue buscar a su rival, la súper estrella Tom Brady, quien había tenido un partido sensacional, pero que no le bastó para romper la historia.
Brady buscaba su sexto título de Super Bowl, con lo que se hubiera convertido en el primero de todos los tiempos en esa cantidad de trofeos en cualquier posición de la NFL.
Pero el destino tenía marcado como héroe a una figura inesperada, Nick Foles, el hijo pródigo que regresó a Philadelphia apenas meses después de pensar en el retiro.
Foles fue elegido en el Draft por los Eagles para 2012, y en 2013 logró una gran temporada. En un juego, completó 22 de 28 pases, y en otro, marcó un récord de siete touchdowns. Pero se lesionó el hombro y comenzaron los problemas.
La emotiva foto de Tom Brady que Gisele Bündchen compartió tras la derrota de los Patriots
El equipo favorito para ganar el Super Bowl LII era el liderado por el esposo de la modelo. Así fue captado el quarterback al finalizar el partido
Paralelamente, vivía un drama personal. Para entonces, su novia Tori Moore, una voleibolista que conoció en Tucson, cuando estudiaban y jugaban para Arizona, fue diagnosticada con el Síndrome de Taquicardia Ortostática Postural, un síndrome grave y difícil de tratar con el que sigue luchando.
“Pasamos un mes en el hospital, nos comprometimos ahí, nos casamos dos meses después en el registro civil porque sabíamos que venía algo difícil”, recordó en entrevistas posteriores. Nunca tuvieron siquiera luna de miel.
La situación laboral se complicó para el mariscal de campo, que pasó de tocar la gloria a ser traspasado a los Rams de St. Louis Rams y luego a los Chiefs de Kansas City. Las oraciones, según cuenta él mismo, le sirvieron en esos momentos duros, su esposa fue mejorando poco a poco, y su brazo también.
Pero sus números fueron bajando y, a finales de 2016, se quedó sin trabajo. Cansado de esperar alguna oferta laboral, pensó en el retiro, pero de última hora le llegó una oferta para el equipo que lo escogió y que creyó en él alguna vez, los Eagles, los Eagles de Carson Wentz. El mariscal de campo era el líder del equipo, y era obvio de Foles no iba a jugar salvo alguna lesión.
Wents estaba pasando por una temporada espectacular, pero a principios de diciembre se rompió los ligamentos cruzados de una pierna. Parecía que la temporada de los Eagles se acababa.
Pero Foles, que arrancó con números no tan prometedores, terminó en lo más alto. Jugó los dos últimos partidos de la temporada regular, y se destapó en postemporada.
Nick Foles gana el MVP e inscribe su nombre en la lista de las leyendas
El mariscal de los Eagles inició el Superbowl LII como "tapado" y terminó consagrándose de gran forma
El domingo, firmó un juego espectacular, con pases sumamente complicados pero precisos para acabar con 373 yardas, 28 de 42 pases completados, tres touchdowns y uno convertido, con lo que se convirtió en el primer mariscal de campo y dar pases de anotación y en marcar también él.
Su fortaleza
Foles contó que “la oración siempre ha sido mi fortaleza para seguir adelante”, y la fuerza que le ha demostrado su esposa, y ahora su hija.
Su éxito lo ha basado en recordar que “todos somos seres humanos, y nos equivocamos, pero hay que abrazar los errores para crecer”.
Al terminar el partido, no encontró a Brady en medio del festejo y el tumulto que se armó en el estadio. Entonces, se fue por su esposa y su hija, a la que cargó en brazos.
“Te da motivación extra cuando estás cansado, haces las cosas bien porque quiero que ella (su hija) esté orgullosa de mí”, declaró en conferencia de prensa.
“A veces hasta te quita la presión, puedo ir a casa con ella todas las noches porque no importa que tenga un partido terrible, ella me ama, no tendrá idea del juego”, dijo.
Pederson cumple su palabra y le gana duelo al legendario Belichich
El entrenador de los Eagles le ganó el duelo a su colega de los Patriots
Foles es la antítesis de Brady, un súper estrella mundial, casado con una súper modelo, que sale en películas y firma millones de dólares por anuncios comerciales. Hasta ha salido en la serie animada “The Simpsons”. A Foles, casi nadie lo conocía o recordaba.
Pero se convirtió en un hombre clave para el triunfo de Philadelphia, un héroe inesperado y sencillo. Cuando subió a recibir el premio de Jugador Más Valioso, lo primero que hizo fue hablar bien de sus compañeros porque él entiende perfectamente que el fútbol americano es un juego de conjunto.
“Es un gran grupo de jugadores y entrenadores. Nos sentíamos confiados. Hay muchos niños viendo esto y les servirá de ejemplo. Estoy muy contento por mis compañeros, mis entrenadores y la gente de esta ciudad”, dijo.
Nick Foles, con el trofeo.
Ahora, todo mundo habla de qué le ofrecerá el equipo para que continúe, un cheque en blanco. O algún otro equipo lo querrá en sus filas. Pero Foles no piensa en eso, no sabe si seguirá en el fútbol americano. Es que su nuevo sueño es convertirse en pastor protestante para una escuela de la ciudad, y ya comenzó con ello.
En teoría, tendría que pelear por el puesto contra Wentz una vez este retorne para la próxima campaña. Pero él piensa más bien en la posibilidad de ser de nuevo padre.
“No es el momento de hablar de mi futuro, ahora es el de celebrar como lo están haciendo todos los seguidores de los Eagles con un triunfo que nos hace a todos muy felices. Quiero disfrutar algo tan especial como lo que estoy viviendo esta noche junto a mis compañeros y mi familia que es lo más importante”, acotó.