René Obdulio Alas jugó béisbol en una etapa de su vida, sin alejarse del fútbol porque era lo que lo apasionaba. El deporte de los batazos, a la par del balompié, hizo que se ganara el apodo de “Loco”. Cuando cuidaba el marco del equipo Tres Puertas, en Santa Ana, estaba pendiente para ir a agarrar las pelotas que Ciryll Errington y Leoncio Martínez sacaban de la cancha que estaba en la Finca Modelo, para después pedirles que las autografiaran y venderlas.
El “Loco” Alas dice que todos los deportes se le facilitaban, incluso jugó béisbol, en el equipo de Roger Barberena, en primera categoría, pero nunca pudo abandonar el fútbol. En 1981, cuando jugaba en las filas del Tres Puertas, fue ascendido al equipo que tenían en Tercera División y ahí comenzó su carrera con 15 años.
Fue descubierto y lo incluyeron en una selección Sub 17 para jugar un Norceca en Guatemala, bajo el mando del entrenador Abel Mineros. Era el año 1982 y dio el salto al máximo circuito, ya que Jorge Tupinambá do Santos se fijó en él y lo llevó al Once Lobos. Debutó con 16 años de edad.
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Este chico se ha destacado, y en serio, en el deporte del golf. Con menos de 10 años de edad, ya se convirtió en campeón nacional e internacional. Un talento a futuro para tener en cuenta
En 1984 conformó otra selección (Sub 19), para representar a la Azul en Trinidad y Tobago. Ese torneo es inolvidable para el “loco” Alas, ya que en un partido contra Costa Rica le rompieron la cabeza y tardaron 25 minutos en coserle la herida en la misma cancha. Las ganas de jugar y la decisión de Raúl Magaña, entrenador de ese combinado, era que se mantuviera en la cancha todo el juego.
Después de ese torneo lo fichó el CESSA, hoy Isidro Metapán, pero solo jugó un torneo porque de ahí emigró al Chalatenango, en la campaña 1984-1985, equipo con el que se mantuvo hasta que el equipo descendió a inicio de la década de los años noventas. Ahí compartió cancha con jugadores de la talla del “Recluta” Portillo, Marcial Turcios, William Lizama, “Bazuca” Peñate, Martín Velasco, “Papo” Castro Borja, “Kiko” Henríquez, Marlon Menjívar y Mauricio Cienfuegos.
Su último equipo en la Liga Mayor fue el FAS, al que llegó en 1992 por primera vez. Lograron un bicampeonato en las campañas 1994-1995 y la 1995-1996.
Después de eso se fue a El Roble de Ilobasco para jugar un año y regresar al cuadro tigrillo, en el que jugó hasta 1998 y ahí decide colgar los guantes y radicarse siete año en EE.UU. para empezar una nueva faceta, siempre dentro del fútbol.
René Alas no se queja, el fútbol le dio muchas cosas, amigos sobre todo. En el cuadro asociado coincidió con “Mágico” González, Fito Menéndez, Hugo Pérez, Deonel Bordón, entre otros.
¿Qué hace?
Tras dejar la meta, en 1998, como jugador activo, Alas viajó a EE.UU. donde se radicó hasta 2007. En ese tiempo aprovechó para sacar cursos de entrenador en la Federación estadounidense, lo cual le valió para volver al país y trabajar a la par de Carlos Recinos como auxiliar técnico en FESA.
Su buen desempeño desde el banquillo también le sirvió para pasar por selecciones juveniles, como asistente y luego como principal. Sin embargo, en 2012 le llegó la oportunidad de trabajar con Santa Tecla, primero, por un corto periodo al lado de Osvaldo Escudero. Dejó el cargo de preparador de porteros cuando se fue el argentino y volvió con él un año después.
De ahí se quedó en la casa tecleña y ya ha sido parte de los cuatro títulos que ostentan (tres de liga y uno de copa). “No hay nada cerrado acá, con mi experiencia trato de aportar a la institución”, dijo el “Loco” Alas. “Después el “Pichi” se va para FAS, yo tenía una buena relación con la directiva y me dicen que me quede, aunque “Pichi” me dijo que me fuera con él. No se pudo. De ahí traen a Ernesto Corti e iniciamos una nueva etapa. Siempre hemos tenido una buena comunión con los entrenadores acá”.