SANTA TECLA. Santa Tecla hizo, de nuevo, respetar su casa. Con el triunfo de ayer 2-0 sobre Pasaquina, los periquitos llegaron a 19 partidos sin perder en el estadios Las Delicias, y de paso se afianzaron en el segundo lugar en solitario del Clausura 2018, con 11 puntos, cuatro abajo del líder Alianza.
Fue mejor Santa Tecla desde el principio a un Pasaquina que llegó a la casa tecleña a resguardarse, a esperar al rival, el error y tratar de sorprender con el contragolpe. No le salió ninguna.
Porque Santa Tecla agradeció que los burros le cedieran el balón y se lanzó desde el principio sobre la portería de William Torres.
Empezó a circular con relativa libertad Gerson Mayén generando peligro con sus trazos largos, apoyado de un gran Fernando Quintanilla, una de las gratas sorpresas tecleñas. Apenas se habían jugado 26 segundos y ya Tecla avisó con una bonita combinación entre Mayén, Kevin Reyes y Ricardinho, pero el brasileño voló la pelota sobre la portería unionense.
Luego, al 12’, Líber Quiñones la tuvo en dos oportunidades y en ninguna pudo conectar con comodidad y las dejó ir. Un minuto después, Reyes exigió a Torres a la estirada para mandar el disparo a tiro de esquina.
Hasta el cuarto de hora, el dominio tecleño era infructuoso debido a la buena marca burra. Al 14, Ricardinho en otra buena jugada estrelló su disparo en el travesaño.
Santa Tecla estaba volcado sobre la portería oriental, pero no hallaba por dónde hacerle daño a un equipo de Manuel Carranza que por ratos defendía hasta con siete jugadores. Tuvo Mayén su gol, pero el árbitro se le adelantó con el silbato en una falta a Reyes y ahogó el grito de la afición perica.
Pero el buen trabajo pasaquinense se vino abajo en dos minutos. Roberto Maradiaga vio la primera amarilla por falta sobre Ricardinho al 39’ y dos minutos más tarde “atendió” a Wilma Torres y vio la roja por acumulación de tarjetas. Se vino abajo Pasaquina y su esquema y le tocó remar contracorriente durante toda la segunda parte.
Tromba
Santa Tecla entendió que el desgaste pasaquinense iba a pasar factura en el complemento y salió del descanso volcado sobre la portería de Torres. E igual que en el primer tiempo, al minuto (46’) del segundo tiempo, en otra gran combinación por derecha, Tamacas saca centro raso que logra desviar Torres, la pelota le queda a Mayén con el portero burro vencido, pero el disparo es rechazado en la línea por Tony García.
Si en el primer tiempo Pasaquina estuvo recluido en su campo, con diez hombres y todo un período por jugarse, lo cosa no iba a cambiar.
Los periquitos lo sabían, adelantaron líneas, recularon a los burros contra su área, comenzaron a circular el balón, tratando de hallar un hueco por donde filtrar el balón al compañero mejor ubicado, hasta que, al minuto 52, Gerson Mayén encontró a Wilma Torres y lo dejó solo ante su hermano William para que lo venciera de pierna derecha abajo, pegado al poste izquierdo. Era el premio al mejor equipo en la cancha, al que más había insistido.
Siguió el dominio periquito sobre los burros. Pero no encontraba el segundo. Y otro vez, después de circular la pelota con triangulaciones, paredes, después de dormir al rival, de nuevo otra pelota filtrada le llegó a Ricardinho y Torres no tiene otra opción que derribarlo. Penalti que el mismo brasileño se encarga en transformarlo en gol para hacer historia en el fútbol salvadoreño (ver numeral).
Pasaquina mejoró un poco con el ingreso de Nico Muñoz, le anularon un gol por posición adelantada, y Kevin Calderón estrelló un disparo en el poste derecho en el 81’, pero no le alcanzó y se fue de Las Delicias golpeado, como dijo Nico después del partido.