Las kilométricas filas de furgones con mercadería no fueron la excepción ayer en las cercanías de la frontera aduanera de La Hachadura, Ahuachapán, del lado de El Salvador y, en la aduana de Pedro de Alvarado, ya en territorio Guatemalteco.
En reiteradas ocasiones los transportistas de carga internacional se han quejado de los lentos trámites y de la burocracia estatal, incluso han amenazado constantemente con bloquear las instalaciones, como presión para que se agilicen los trámites.
Y aunque las cosas parecen seguir igual, esto no fue obstáculo para que las autoridades aduaneras de ambos países inauguraron este miércoles diversas obras en el punto fronterizo.
Colas interminables
El transportista de carga, Antonio Morales, señaló ayer que las inmensas filas son de siempre, y que en algunas ocasiones llegan a las 8:00 a.m. y pasan por aduanas hasta las 6:00 p.m.; pero, la cosa es peor cuando llegan a la fila a eso de las 2:00 p.m. porque van pasando por el punto fronterizo a las 12 de la medianoche.
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Ese es el diario vivir en la frontera de La Hachadura, dijo Morales, quien afirmó que del lado de El Salvador siempre se dan hasta seis kilómetros de filas de furgones, mientras que en la zona de Guatemala las colas son más largas todavía, llegando a los 10 kilómetros.
“Hay que hacer cola entre 24 y 48 horas, mientras que si no se tiene atraso alguno, solo en distancia serían hasta seis horas”, mencionó Morales.
En un recorrido realizado por El Diario de Hoy, en las cercanías del punto fronterizo, se observó como algunos transportistas aprovechaban para descansar o barrer los furgones vacíos mientras esperaban a realizar sus trámites.
De acuerdo con los conductores, la situación de lentitud en los puntos fronterizos se ha agudizado en los últimos meses.
A lo largo del año pasado ,y lo que va de 2018, los empresarios que tienen que pasar por los diferentes puestos fronterizos del país han realizado fuertes señalamientos por las trabas en aduanas.
Quienes más han denunciado la negligencia y la burocracia de los puestos aduanales han sido la Comisión Intergremial para la Facilitación del Comercio (Cifacil), la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport), así como varias asociaciones de transporte de carga.
El pasado 24 de enero, cuando la Dirección General de Aduanas anunció que instalará un “Comité de Usuarios para Puestos Fronterizos” en La Hachadura, para agilizar procesos, las gremiales reflejaron sus dudas.
La directora ejecutiva de Cifacil, Carmen Aída de Meardi, señaló que le extrañó que, como dueños de las cargas que transitan por los puntos fronterizos, no se les haya consultado sobre estos comités.
Según datos oficiales por la frontera de La Hachadura transitaron el año pasado $667 millones en exportaciones, $1,406 millones en importaciones, unos mil camiones cada día y se realizaron alrededor de 260 mil operaciones.
Las obras inauguradas en frontera La Hachadura
En este punto fronterizo, situado en el occidente del país, se realizaron trabajos de modernización por un valor de $3.3 millones. De estos $1.3 millones provienen de la cooperación de Estados Unidos, y el resto son contrapartidas de El Salvador y Guatemala.
Con las obras se instaló nueva iluminación, se fortalece la seguridad y se pretende dar un mejor servicio a los usuarios de las aduanas.
Entre las mejoras se encuentra un sistema fotovoltaico en el techo de la sede aduanal, que en el caso de El Salvador equivale al ahorro en la factura de energía anual de más de $18 mil.
“La razón que tiene la cooperación de Estados Unidos de estar ayudando a El Salvador y Guatemala es porque ese fue el compromiso de la reunión en Miami, el año pasado, donde tuvimos como prioridad generar empleo y mejorar el sistema aduanero”, destacó la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jane Manes.
La diplomática agregó que estas son dos situaciones que van de la mano, porque para incrementar el empleo se debe facilitar el comercio.
De acuerdo con el ministro de Hacienda, Carlos Cáceres, se ha logrado un ordenamiento vial y logístico, con el que se prevé que se reduzca el tiempo de paso por las fronteras en un 40 % y los costos de transporte en el 30 %.
En anteriores ocasiones gremiales de transportistas de carga han señalado que los retrasos en fronteras, que a veces se extienden por días, les implica fuertes pérdidas por tener los camiones varados y mayores gastos en alimentación de los conductores.
Los transportistas también han denunciado lentos procesos que realiza el personal y las constantes caídas del sistema informático.
El apoyo con fondos de Estados Unidos en la mejora de las instalaciones forma parte de el Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, con énfasis en El Salvador, Honduras y Guatemala.