Nicho halló en la adversidad, el camino para superarse

A través de su trabajo, él y familia, de diez miembros, se van superando. Su entrega al trabajo inspira a jóvenes en Juayúa.

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Por Karen Salguero

2018-01-25 7:46:28

“Un piedra pueden tener enfrente pero esa piedra les puede dar de comer”, manifestó Eduardo Cruz, un joven de 19 años que lleva seis años trabajando como guía turístico en la Ruta de las Flores. En su comunidad, todos lo conocen por “Nicho”.

Mientras que para algunos nacer y desarrollarse en una zona rural es una desventaja, para Nicho ha sido la mejor bendición para superarse, cada recorrido lo vive como si fuera su primer día de trabajo.

Nicho es un joven que se caracteriza por su alegría, entusiasmos y sobretodo por convertir los obstáculos en una oportunidad.

La característica del joven guía es la pasión por lo que hace, ya que en los recorridos se vuelve un turistas más y se olvida que es un trabajo.

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Durante las caminatas va contando historias, hace bromas e incluso realiza juegos, uno de ellos es el teléfono descompuesto, donde los excursionistas ríen y se van “con una experiencia al 100%” así lo expresó Alicia Pérez, una de los turistas.

Desde muy pequeño, Nicho tuvo que empezar a trabajar para ayudar económicamente a su familia de diez miembros, él es el mayor de sus siete hermanos y que ahora se ha convertido en su ejemplo para salir adelante.

“No se limiten a una sola cosa , vean más allá de lo que tiene frente a sus ojos” expresó con fe. Anteriormente trabajó como cortador de café con su papá, pero desde sus 13 años su vida cambió al involucrarse en el proyecto de turismo de las siete cascadas.

El joven vive en el cantón La Unión del municipio de Juayúa, en Sonsonate. En su comunidad también ayuda para motivar a otros jóvenes a que se desarrollen como guía o artesanos, ya que dijo que su pasión es ser orientador pero el de otros puede ser su habilidad para pintar o crear.

La zona en que reside es conocida por la inseguridad, sin embargo Nicho impulsa a los demás a ver la vida de una manera positiva y diferente.

La trayectoria como guía la describe como un reto, ya que para llegarlo a serlo, tuvo que pasar por dificultades y capacitarse.

El proyecto inició a través de la Asociación de desarrollo turístico de las siete cascadas de la comunidad (Adeocotur) impulsado por los fundadores José Andrés Ventura y Juan Pablo López Beltrán, con apoyo de la alcaldía de Apaneca.

El joven tuvo que esforzarse para equilibrar en ese entonces, sus estudios y las capacitaciones. Por la mañana iba a estudiar y por las tarde se iba para Apaneca para su formación.

“Fue un gran sacrificio porque durante esa época llovía mucho y nos llevaban en un pick up; cuando volvíamos siempre nos caía la lluvia”, recordó. Actualmente Nicho ya finalizó sus estudios de bachillerato y tiene seis años de laborar como guía, en los que se ha dedicado a aprender el inglés e italianos para atender a los turistas del extranjero.

Para el joven, el país tiene muchas riquezas que se pueden llegar a convertir en el principal ingreso económico de las familias salvadoreñas.

En su caso lo fue, porque el paseo de las siete cascadas son caminatas por senderos que ellos mismos han creado. A parte han ido descubriendo nuevos lugares.

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“La mejor experiencia son todas, en los más de mil quinientos recorridos que he dado, no podría escoger una” añadió Nicho con una sonrisa en su rostro.

En su trabajo ha tenido que pasar por momento inolvidables y otros que le han causado preocupación.

Contó que en una ocasión, un turista de Taiwan perdió su cartera mientras escalaba una de las cascadas de 85 metros, en ella portaba toda su documentación y dinero, por lo que tuvieron que perseguirla en el arroyo hasta alcanzarla; al recordarla rió por su gran hazaña.

“Un legado”
“Haber nacido en Juayúa tiene un legado bien grande, soy de los primeros guías turísticos en mi cantón y las puertas están abiertas, estamos para apoyarnos”, dijo Nicho con humildad.

Sus siete hermanos están siguiendo sus pasos, el joven permite que lo acompañen para que vayan adquiriendo experiencia; tres de ellos ya trabajan como guía, los demás aún se están preparando.

Su familia va saliendo adelante a través de sus ganancias como guía. Nicho ha estado ahorrando para iniciar el próximo años sus estudios en licenciatura en Idiomas en la universidad Nacional de El Salvador, su objetivo es convertirse en una guía turístico nacional.

“Si volviera a los 13 años , sin dudarlo mil veces volvería hacer lo mismo”, finalizó el joven mientras daba un recorrido en la siete cascadas de Juayúa, el pasado jueves 11 de enero, día en que cumplió los 19 años.