“La reducción de homicidios que ha tendido El Salvador es adecuada, pero no sostenible”, según analista para el Triángulo Norte

La analista Sofía Martínez de la organización Internacional Crisis Group dijo que el plan "El Salvador Seguro" en el papel es un buen plan, pero no se está implementando de la manera que debería porque los fondos se usan principalmente en la persecución del delito.

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Foto de referencia/Archivo

Por EFE

2018-01-24 3:51:59

La baja en los homicidios registradas por El Salvador en 2016 y 2017 es insostenible si el Gobierno no da “golpes de timón” a sus planes de seguridad, advirtió hoy la analista para el Triángulo Norte de Centroamérica de la organización Internacional Crisis Group, Sofía Martínez.

“La reducción de homicidios tan buena que ha tendido El Salvador, de 20 puntos prácticamente por año es adecuada, pero no sostenible”, señaló Martínez durante la presentación del informe “Política y violencia perpetua en El Salvador”.

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La violencia ha acabado con la vida de 45 policías y 21 militares en el transcurso de este año. Policía atribuye esas muertes a pandillas.

Añadió que una política de seguridad que permita sostener o incrementar la reducción de las muertes violentas debe variar y estar acorde a los porcentajes que se buscan, por lo que se debe “ver hacia delante y determinar cuáles son los golpes de timón que se le pueden dar al actual plan y al resto de medidas de seguridad”.

Martínez señaló que los planes de seguridad en los últimos 15 años hacen “énfasis en la persecución del delito, el cual es absolutamente necesario, pero que parece ha venido desequilibrando otros importantes esfuerzos de trabajo comunitario”.

La analista señaló que pese a que la violencia, atribuida principalmente a las pandillas, “ha pasado de ser un problema de seguridad pública a un problema de seguridad nacional” es necesario regular el uso constante del Ejército en las calles, que tiene desplegados más de 13,000 soldados.

“Hasta ahora han estado haciendo su trabajo a partir de decretos ejecutivos, pero creemos que habría que aclarar cuál es su papel y cómo van a jugar su rol de el tema de persecución del delito y combate a la criminalidad”, acotó.

La manipulación de los grupos de exterminio

Munguía Payés colocó un blanco en la espalda a los policías y soldados, al usarlos como moneda de canje en la negociación que entabló el Gobierno con los cabecillas pandilleros.

Destacó que el plan El Salvador Seguro, lanzado por el Ejecutivo de Salvador Sánchez Cerén, “en el papel es un buen plan, es integral, es consensuado, pero no se está implementando de la manera que debería” porque los fondos se usan principalmente en la persecución del delito.

Subrayó que su organización considera que las pandillas, que poseen unos 60.000 miembros activos en El Salvador, “están en mutación” y que “van a tener una forma diferente” a la actual.

Martínez explicó que por el momento no es posible determinar el efecto que tendrá la política y las medidas “extraordinarias” implementadas por el Gobierno en el “panorama criminal” en los próximos años.

Los señalamientos de la experta surgen a partir del estudio “Política y violencia perpetua en El Salvador”, que Internacional Crisis Group presentó junto a la organización salvadoreña Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD).

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A este grupo se le atribuye 36 homicidios, nueve de estos no tenían vínculo con pandillas

El Salvador es uno de los países más violentos del mundo con tasas de asesinatos de 103, 81,7 y 60 por cada 100,000 habitantes en 2015, 2016 y 2017, respectivamente, muertes atribuidas principalmente al accionar de la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18.

Pese a estas altas tasas, que superan lo considerado a nivel internacional como una epidemia, el país centroamericano logró reducir las muertes violentas en un 20,7 y 25 % en los últimos dos años.