Dos personas fallecieron el miércoles cuando hombres armados atacaron la sede de una organización no gubernamental para la infancia en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, según funcionarios.
Los pistoleros atacaron la oficina provincial de Save the Children en Jalalabad, dijo Attahullah Khogyani, portavoz del gobernador de la región.
Un agente de policía y un civil fallecieron en el asalto, explicó Khogyani. Un insurgente se inmoló, un segundo agresor fue abatido por las autoridades y un tercero sigue combatiendo, agregó.
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Al menos 14 más resultaron heridas y fueron trasladadas a un hospital, explicó Inamullah Miakhial, vocero del hospital regional de Nangarhar. La cifra de víctimas podría aumentar ya que hay una balacera todavía en marcha, añadió.
El ataque comenzó con un atentado suicida seguido de una balacera, apuntó Khogyani.
El grupo extremista Estado Islámico se atribuyó la autoría del atentado en un reporte publicado por su agencia de noticias, Aamaq. Según la información, un suicida inició el ataque con un vehículo cargado de explosivos y luego se llevó a cabo una incursión contra fundaciones británicas y suecas e institutos gubernamentales afganos.
Tanto los talibanes como la milicia radical tienen una presencia activa en la provincia.
Monica Zanarelli, jefa de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Afganistán, denunció que un ataque contra una ONG que ayuda a la infancia es “intolerable”.
“Los civiles y cooperantes no deberían ser atacados”, dijo en un comunicado. “El incremento de la violencia ha hecho que operar en Afganistán sea difícil para muchas organizaciones??.
El incidente se produce luego de un letal sitio al Hotel Intercontinental de la capital, Kabul, durante el fin de semana, en el que murieron 22 personas, 14 de ellas extranjeras. Varios estadounidenses perdieron la vida o resultaron heridos en el ataque talibán al edificio, que duró 13 horas, explicó el Departamento de Estado de Estados Unidos el martes.
Washington no ofreció cifras exactas de inmediato sobre sus fallecidos o heridos.
Once de los 14 extranjeros habían sido identificados antes como trabajadores de la aerolínea privada afgana KamAir. Durante una ceremonia celebrada el miércoles en el aeropuerto de Kabul, los cuerpos de siete ciudadanos ucranianos fueron entregados a las autoridades del país para su repatriación.
Por otra parte, en la provincia oriental de Ghazni, cuatro policías afganos fallecieron tras un ataque insurgente a su puesto de control, dijo Arif Noori, portavoz del gobierno local.
Seis extremistas fueron abatidos y otros tres resultaron heridos en el combate, que ocurrió a primera hora del miércoles en el distrito de Dayak, apuntó Noori.