Este próximo 4 de marzo tenemos el deber cívico de ejercer nuestro voto. Así lo dice nuestra Constitución. Mucho nos hemos quejado de las decisiones o votaciones que se dan en la Asamblea Legislativa; ese día se nos presenta la oportunidad de sacar del Palacio Legislativo a quienes han votado en contra de los intereses del país.
Para ejercer el sufragio de forma responsable, primero debemos investigar bien al candidato por el cual votaremos. Entender su hoja de vida, méritos propios y viabilidad de la propuesta que presenta, son los primeros pasos para decidir por quién votar. No estamos dando premios de consolación ni agradecimientos a supuestos líderes históricos ni eligiendo al joven por ser joven, o a una mujer solo por ser mujer. Con su voto, usted está delegando en un tercero las decisiones más importantes de los siguientes tres años, como lo son: aprobar anualmente el Presupuesto General de la Nación, elegir a la nueva Sala de lo Constitucional, al nuevo Fiscal y Presidente de la infame Corte de Cuentas de la República, entre otros.
Se escuchan voces de falsos patriotas que piden que usted anule el voto. Lo que en realidad le están pidiendo es que usted se aparte y deje que los votos duros de los partidos políticos tradicionales decidan quién entra y quién sale. Por favor, no se deje engañar. No votar o anular el voto es la forma más torpe y cómoda de reclamo, por la sencilla razón de que al usted hacerlo, fortalece el voto de los que eligieron a los diputados por los cuales reclama. Es decir, si usted no vota informado y por rostro, ayuda a los malos diputados a perpetuarse en el poder.
El FMLN pide que vote por bandera. Lo que en realidad significa esa solicitud es que usted entregue un cheque en blanco, para que la cúpula decida por usted quién lo ha de representar. Dicho partido político, con esta acción, demuestra nuevamente que no está dispuesto a evolucionar, sus dirigentes no quieren ceder ni una onza de poder, les incomoda que sus simpatizantes tengan la oportunidad de decidir con nombre y apellido al representante de su preferencia. ¡Vaya que dicen creer en la democracia!
Con su voto o sin él se van a elegir diputados y concejos. Al ejercer el sufragio por rostro y de manera informada, usted incide directamente en el tipo de funcionarios que nos representan. Ya hay diputados dispuestos a votar de forma independiente en la actual Legislatura, prueba de que el voto por rostro está dando sus primeros frutos, sin duda es el camino a seguir para ganar poder como ciudadanos y exigir de forma directa a nuestros representantes.
Recuerde, una votación masiva fortalece la democracia; usted debe ser parte de esta próxima fiesta cívica. No se vale quedarse en casa, este país es de todos. Como ciudadanos debemos cumplir nuestro rol. Solo así podremos demandar que nuestros representantes cumplan sus promesas de campaña y trabajen por El Salvador que todos queremos.
*Columnista de El Diario de Hoy.
@jpelsalvador