Cristiano Ronaldo no tiene una gran temporada en lo general, de allí que comiencen a surgir una gran cantidad de rumores sobre su salida del Real Madrid, debido a que no se activan los movimientos para firmar su renovación con los merengues.
Medios españoles colocan a un Cristiano Ronaldo en términos como “decepcionado” y “engañado” porque el equipo madridista no ha firmado su renovación y equiparado su sueldo al de Lionel Messi. Sobre este momento, su hermana, Katia Aveiro ha dedicado un sentido mensaje en la red social Instagram, sobre el momento de su hermano.
[La exigencia de Cristiano Ronaldo para continuar en el Real Madrid]
El mensaje comienza hablando de los momentos duros que pasó cuando Cristiano llegaba a sus diferentes equipos, dejando entre líneas cierta discriminación hacia él. “Cuando los doce años has llegado a Lisboa, lleno de lágrimas y esperanzas, dijeron que eras sólo un niño de Madeira. En menos de cinco años estaba jugando en el equipo principal del Sporting”, dijo.
Sobre su llegada a Inglaterra, la hermana del crack portugués comentó “Cuando llegaste a Inglaterra, ellos dijeron que eras sólo una promesa. En seis épocas habías hecho 118 goles. Cuando el Real Madrid te contrató, ellos dijeron que eras sólo un nombre para vender camisetas. Desde 2009 ya has marcado 422 goles en 418 juegos y ya has batido prácticamente todos los récords que tenías para superar en el club”.
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— Cristiano Ronaldo (@Cristiano) January 10, 2018
Continuando en el mensaje de superación que ha ido portando el dueño de la “7” del Real Madrid, ya con 32 años, asegura que “cuando en 2008 recibiste el primer Balón de Oro, ellos dijeron que iba a ser sólo ese. Ya ganaste cuatro. Cuando te has convertido en capitán de la selección, ellos dijeron que eras sólo un capitán sin carisma, sin espíritu de liderazgo. En 2016 fuiste el primer portugués para levantar la Eurocopa”.
Finalmente, Katia, quien también es cantautora, manda un claro mensaje a CR7, “Ahora, que no marcas como un extraterrestre en dos o tres juegos, ellos dicen que eres sólo otro jugador casi terminado, en las últimas, en la curva descendente. No te preocupes. Cuando sonrías con un trofeo en la mano en lo alto de una Torre Eiffel, o cuando marques un gol decisivo, o cuando rompas un récord, vas a tenerlos allí mirando atentos. Aplaudiendo, claro. Es sólo lo que les queda”.