Miles de toneladas de bagazo van saliendo a diario como residuo al exprimir hasta la última gota de la caña en la época de zafra, un producto que desde el 2002 hasta la fecha ha jugado un papel importante en la generación de energía eléctrica en el país.
Actualmente existen seis ingenios azucareros en El Salvador, de los cuales cuatro generan energía eléctrica para autoconsumo, y el excedente lo inyectan a la red nacional, que en total vienen siendo 125 megavatio/hora (MW/h) en año zafra.
Dicho excedente ayuda, en cierta medida, a que los precios de la energía eléctrica nacional mantengan cierta estabilidad, ya que no dependen totalmente del mercado eléctrico internacional, lo que influye positivamente en la factura del consumidor final.
Cada ingenio produce diferente volumen de energía, ya que cada uno procesa diversos montos en toneladas de caña y por tanto de bagazo.
En la actualidad la producción de energía por medio del bagazo de caña de azúcar presenta un crecimiento de cerca de un 7.5 %, siendo esta su presencia dentro de la matriz energética, según cifras de la Unidad de Transacciones.
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¿Cómo se transforma?
El Diario de Hoy tuvo acceso al Ingenio Chaparrastique, en San Miguel, en el que nos mostraron el proceso de conversión de bagazo a energía eléctrica.
José Miguel Morán, jefe de Operaciones de la planta termoeléctrica de ingenio Chaparrastique explicó de forma sencilla cómo se transforma el bagazo en energía eléctrica.
Toneladas de bagazo de caña son separadas de la producción de azúcar.
Luego que se separa el bagazo del jugo de la caña de azúcar, se deposita en un área, (como se observa en la fotografía número 2) y se lleva por medio de fajas transportadoras hacia la planta termoeléctrica.
Ya en la planta, la faja deposita el bagazo en el horno de la caldera para quemarlo en movimiento (como se muestra en la imagen principal) a una temperatura que va de los 850 a los 900 grados centígrados.
El bagazo de caña es llevado por medio de fajas transportadoras a la planta termoeléctrica y despositado en el horno de la caldera, para ser quemado.
“El bagazo por su propia naturaleza combustiona prácticamente al instante. Dentro de la caldera hay un sistema interno de inyección de aire para crear la turbulencia, para que una vez entre al horno sea esparcido en toda el área de este y se cree un remolino para que se queme en el aire, para que se queme al instante”, explica el jefe de operaciones.
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Luego que se quema el bagazo, la ceniza es recolectada y desechada, y los gases de combustión entregan la energía a las diferentes etapas del proceso de la caldera, entre paredes de agua, sobrecalentadores, economizador y economizador de aire para generar el vapor a las condiciones adecuadas. En total en la caldera, se procesan 220 toneladas de bagazo por hora.
José Miguel Morán, jefe de operaciones de la planta termoeléctrica del Ingenio Chaparrastique frente al turbogenerador de energía eléctrica.
Los gases pasan a través del procesador electrostático, para no emitir gases fuera de norma al medio ambiente. Luego el vapor generado es transportado por medio de tuberías a la turbina que lo convierte en energía mecánica, para mover el generador que convierte el vapor en energía eléctrica.
Generación de energía renovable
Los cuatro ingenios azucareros que inyectan al mercado mayorista son El Chaparrastique, Central Izalco, en Sonsonate; El Ángel en la carretera a Quezaltepeque en San Salvador y La Cabaña en el Paisnal, también en San Salvador.
Las cifras que inyectan los cuatro ingenios azucareros a la red nacional son:
Ingenio Chaparrastique: posee una capacidad de generación de 62 MW/h e inyección a la red eléctrica de 35 MW.
Central Izalco: capacidad de generación es de 45 MWh y la inyección a la red eléctrica es de 28 MW .
Ingenio La Cabaña: produce 84 MW/h.
Ingenio El Ángel: información pendiente.
Estos inyectan a la red nacional solo en la época de zafra, la cual termina generalmente en mayo, y vuelven a generar hasta la próxima cosecha azucarera.