Salvadoreña fue al culto antes de matar a familia en EE.UU.

Su muro de Facebook está lleno de mensajes y reflexiones bíblicas. Amigos dicen que la familia habría ido a celebrar aniversario en hotel.

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Por elsalvador.com

2018-01-11 9:39:51

Tras el hallazgo de una familia de salvadoreños muertos trágicamente en la habitación de un hotel en Galveston, Texas, el pasado lunes, parientes y amigos están atónitos por lo ocurrido y por lo hecho por la salvadoreña Flor Pineda, justo cuando estaba por celebrar 13 años de convivir con su esposo, Mauricio Cañas.

Públicamente – a menos así consta en las redes sociales personales – Pineda (37 años) siempre profesó amor y respeto por Cañas (40 años), y por Dios y su creación.

En una publicación en Facebook, con fecha 15 de enero de 2016, ella celebró y agradeció el 11 aniversario de convivir con Cañas. Algo que ella llamaba “amor limpio”.

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“Once años de bendiciones, pruebas, decisiones, y tantas cosas, pero lo más hermoso es que disfrutemos juntos este tan lindo y limpio, amor que solo de lo Alto proviene! Te amo mi esposo”, publicó la compatriota.

En estos días habrían celebrado 13 años como familia.

Pese a esa aparente vida normal, el lunes 8 de enero pasado ocurrió lo impensable: Flor mató a su esposo y a sus hijos, Mauricio Jr. (10 años) y a Daniel (5 años), cuando ellos estaban dormidos. Luego ella se quitó la vida.

La tragedia ocurrió la madrugada de ese lunes en un hotel situado en la isla de Galveston, en Houston, donde se habían hospedado una noche antes.

Al escuchar los disparos, los empleados del hotel llamaron a la Policía que, al forzar la puerta de la habitación, encontró la siguiente escena: Los cuerpos del esposo y sus hijos sobre una cama, sorprendidos por la muerte en medio del sueño. Ella, sobre el piso alfombrado, con un disparo en la cabeza y la pistola junto a ella, agonizante.

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Flor y uno de sus hijos fueron llevados de inmediato a un hospital cercano, ya que aún tenían señales débiles de vida, pero murieron en el camino.

Una mujer entregada a la familia y a la iglesia

Desde hace muchos años, Flor dedicaba tiempo a su familia, al trabajo y a la congregación cristiana a la que pertenecía en Houston, donde además residían.

El domingo, un día antes de la tragedia, la familia Cañas Pineda acudió a los servicios religiosos, según recuerdan sus hermanos de congregación, y luego partieron hacia el hotel a Galveston, quizás a celebrar el aniversario de bodas o el cumpleaños del esposo, que también coincide por estos días.

Dentro de la iglesia, Flor también pertenecía a un ministerio que llevaba consuelo y la palabra de Dios a enfermos de diferentes hospitales de Houston.

Así consta en varias fotografías compartidas en Facebook, en las que aparece ella junto a otros hermanos en la entrada del Memorial Hermann de Northwest en Houston.
En esa red social Flor mantenía una afable interacción con sus amigos, familiares, e incluso se lee uno muy cariñoso con su suegra.

También compartía en esa red la palabra de Dios.

Su muro está lleno de mensajes bíblicos e ilustraciones, así como también de reflexiones que ella hacía, por ejemplo, sobre el poder sanador de Dios.

“Tu guardarás en perfecta paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. Isaías 26:3”, citó la Biblia en Facebook.

Paz y sosiego que ahora los familiares y amigos piden, mientras la Policía de Houston busca respuestas a esta tragedia, que causó mucho impacto en Houston y ocupó espacios en medios de comunicación.

Aún se desconoce dónde reposarán los restos de Flor, Mauricio y sus hijos.