El Juzgado Segundo de Instrucción de San Salvador abrió juicio ayer a Kevin Ramsés Moreno Bonilla, supuesto pandillero de la MS, acusado de la muerte de dos vigilantes en la masacre ocurrida en el centro capitalino el 15 de marzo del año pasado.
La jueza consideró que existían suficientes elementos de prueba para que el imputado fuera procesado por homicidio agravado. Otras cinco personas fueron exoneradas de cargo provisionalmente, a petición de la Fiscalía.
Entre los procesados estaba un vigilante de la Asociación de Vigilantes Independientes de Mercados y Centros Comerciales (Avinces) y el gerente general de la misma.
La fiscal del caso señaló que de momento no habían obtenido pruebas que los incriminara a ellos y a los demás sobreseídos del delito que se les imputó, ya algunos se encontraban en un parqueo sobre la calle Arce, al que Moreno se fue a ocultar después que habría asesinado a Héctor Antonio Morales García, de 52 años, y Rafael Horacio Girón Cruz, de 42.
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“Fueron detenidas en un parqueo, donde este sujeto después de cometer los hechos se fue a resguardar porque estaba lesionado, los detuvieron por agrupaciones, pero hasta ahorita no se obtienen elementos para acreditar que son parte de una agrupación delictiva”, sostuvo la fiscal.
En la masacre también murió un vendedor y otros supuestos pandilleros. De todos los casos, solo tres han sido judicializados, uno de ellos fue abierto en otro juzgado.
La Fiscalía señaló que la falta de judicialización fue debido a que no han obtenido pruebas relacionadas con los hechos y que las personas que estuvieron cerca del lugar no quisieron brindar declaraciones.
De acuerdo con las investigaciones, una vez que Moreno asesinó a las víctimas, huyó al parqueo y pidió a un taxi pirata que lo llevara al hospital de San Bartolono, en Ilopango. Al darle el alta, el mismo automotor lo trasladó al Hospital Rosales, cuando la Policía lo detuvo a la altura de la colonia Monserrat.