Hablar sobre sexualidad puede ser un tema incómodo de tratar, no solo entre padres e hijos sino a nivel social. Sin embargo, no hacerlo de manera adecuada trae graves consecuencias que afectan la vida familiar.
El psicólogo Francisco Hernández es claro al hablar sobre los efectos negativos de mantener los temas relacionados a la sexualidad como un tabú.
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Embarazos no deseados, que en el peor de los casos puede derivar en desintegración familiar o abortos, el contagio de enfermedades de transmisión sexual, deformación de la información guiada por lo medios de comunicación que influyen para que los jóvenes inicien una vida sexual cada vez más temprana e irresponsable.
“El tema esta estigmatizado, la religión lo evita por considerarlo malicioso o pecaminoso, todo intento de conocer su sexualidad por parte de las personas tendría en teoría un castigo, por eso muchas personas se mantienen al margen del tema antes de abrir la mentalidad de los adolescentes y niños”, afirma Hernández.
“El sistema educativo nacional debió trabajar con mayor anterioridad el tema, debido a que para la generación de la mayoría de adultos el tema de salud sexual no era algo que se abordara y esto los hace desconocedores actualmente”, enfatizó el profesional.
La educación sexual empieza por los padres de familia, y debido a ello es fundamental que los primeros en formarse sean los adultos que guían a los menores.
“También hay que tomar en cuenta que en la escuela tradicional salvadoreña no ha sido fuerte la educación sexual, por lo que deben informarse de temas como: anatomía humana, coito, zonas erógenas, embarazo, aborto, o enfermedades de transmisión sexual”, detalla Hernández.
También aconseja solicitar el apoyo de autoridades escolares, eclesiales, comunales y ONG para tener un mejor abordaje de la materia.
Existen errores comunes que cometen los padres de familia al tratar de exponer la sexualidad ante sus hijos.
Uno de ellos es utilizar su propio ejemplo como guía, y muchas veces los padres no tuvieron la educación sexual adecuada, lo que los llevó a que cometieran errores que quizás derivaron en embarazos no deseados u otro tipo de consecuencias.
“Es necesario que el padre de familia tenga la capacidad de contextualizar y ver que se pueden prevenir los errores anteriormente cometidos”, recomienda Hernández.
Otro desacierto de los papás es establecer un sistema extremadamente restrictivo y sin comunicación tal como el que ellos tuvieron.
“El padre debe tener la capacidad de contar abiertamente su experiencia para que el adolescente tenga un criterio de las consecuencias de su sexualidad”, recomienda el especialista en temas de familia.