Cuando dos personas llegan al altar están conscientes que van a realizar un pacto de amor que durará “para siempre”. En la realidad muchas parejas se separan solo unos años después de contraer nupcias. Los rompimientos están a la orden del día, pero también los intentos por “arreglar las cosas”.
Cada pareja decide la manera de resucitar el amor eros, pero no a todos les funciona.
Lo que dice la sexóloga Ana Belén Rodríguez en una entrevista publicada por el periódico español El País, es que en la mayoría de casos, estas parejas deciden que no van a seguir juntas porque no tienen el mismo deseo.
Rasgos para reconocer a mujeres psicópatas
“(…) En uno de los miembros existe una necesidad de mayor número de encuentros sexuales y abren la posibilidad de relaciones sexuales con otras personas o ex parejas”, dice Belén.
Además suele pasar que alguien quiere experimentar cosas nuevas (como fetiches extravagantes) y si hay lugar de hacerlo fuera de la relación está bien visto.
Pero la sexóloga María Esclapez opina algo distinto. En esa misma entrevista del rotativo europeo dijo que “A veces no es siquiera una cuestión de satisfacción, sino de estímulos, incluso aunque con la pareja se tengan relaciones sexuales maravillosas se necesita otro tipo de estímulos fuera de esta, si se pacta y llega a un acuerdo no hay problema”.
Los acuerdo consentidos pueden ser liberadores para la pareja, ayuda a construir y no a destruir. Pero también puede ser lo que necesitaban para conocer si de verdad vale la pena continuar en la relación.