Varios años marcan la diferencia de haber salido campeones. Más de dos décadas entre el padre y sus hijos. Pero el sentimiento es el mismo. Una copa, un título, un Alianza. Iguales, pero distintos. Y el disfrutarlo en familia, para los Portillo, es mucho mejor.
Han pasado poco más de 15 días desde que los albos levantaron con la corona 12, en un campeonato histórico al ser invictos. Y tanto Isaac -jugador de Primera-, José -de la Reserva- y Marcos -su padre y exelemento paquidermo en la década de los noventa- lo saborean como la final misma.
[Fotos: Así quedaron dos futbolistas luego de sufrir quemaduras por pólvora]
Es un recuerdo que no borrará la familia de los “Clavitos”, porque lo comparten como dos generaciones diferentes, pero con el mismo sentido. “Feliz. Se esperaba mucho por este equipo, apostando al campeonato, y se logró. Ha sido uno de los mejores días de mi vida (la final), y más al lado de la familia y agradecido con Dios por eso”, comenta Isaac, quien viste de blanco desde 2013, con la reserva (seis meses); y en 2014, con el mayor.
En Primera
Esa es la cantidad de minutos que jugó Isaac Portillo con los albos (12 partidos), para salir campeón. Mientras José, reservista del equipo, disputó tres partidos de Copa ESA: Audaz, Once Municipal y Santa Tecla.
“Sabíamos que Santa Tecla no iba a ser fácil, sobre todo por el morbo que se había creado desde un año antes. Y me sentí tranquilo, confiado, respaldado por el grupo para jugar la final”, agregó el 27, quien también estuvo en el banquillo en las dos finales anteriores ante los pericos.
Su hermano José, quien milita en la inferior, habló del título del que fue parte, sobre todo al jugar con el primer cuadro en Copa El Salvador. “Feliz. Motivado. Los triunfos de mi hermano son míos, porque somos familia. Ahora, tengo el deseo de llegar al equipo grande, es a lo que todo joven aspira. Y más que está mi hermano, sería bonito jugar juntos”, reconoce este reservista que solo ha alcanzado cuartos de final como juvenil albo en el Clausura 2017; y semis, en el Apertura 2017.
El cabeza de familia de estos dos contenciones, Marcos, aplaude lo que sus hijos han logrado, más que nada porque él también pasó por la gloria de sumar una corona a Alianza. “Orgulloso. Y muy feliz, por los logros de mis hijos. De tenerlos a ellos que saben disfrutar del fútbol, que les gusta. Esto nos alienta como familia, nos une más. Ahora, ellos han hecho historia con Alianza, nosotros (su caso) lo fuimos también y vivimos muchas experiencias y el mismo amor y sabor de ganar”.
Papá monarca
Las finales que jugó el cabeza de los Portillo, Marcos, levantó la copa con los paquidermos en la temporada de 1993-1994, ante CD FAS. “Viví esa emoción”, expresa. Perdió una final, ante L.Á. Firpo, en 1991-1992.
Del récord blanco, habló como jugador de experiencia y como actual técnico del AD Apopa: “Alianza tuvo dos finales que perdió y eso le sirvió para lograr un equipo compacto. El profesor (Jorge) Rodríguez tuvo un manejo de grupo que no fue fácil y jugadores que tenían una sed de ganar, que partido a partido tenían la presión por el invicto, pero lograron no perder. Es un gran logro”.
Marcos Portillo (abajo, cuarto de izquierda a derecha), con Alianza en la temporada 1994-1995. Foto Cortesía
Sentimiento blanco
Los Portillo tienen, en este momento, el común denominador de que Alianza ha pasado por su vidas. Ese es el punto en esta familia futbolera. Y eso les permite, a los tres, aconsejarse y mirar siempre hacia adelante, al éxito.
Isaac comenta: “Es bonito que mi hermano esté en el equipo, solo falta esperar la oportunidad para cuando le llegue el momento. Los jóvenes esperan eso, que esté preparado cuando se dé y tiene que saber aprovecharla y mantenerse. Pero tiene que trabajar, no es de todos los días salir campeón, y ya él lo vivió. (…) De mi papá, lo que agradezco es que siempre me dé una crítica constructiva”.
“Es una alegría salir campeón, como jugador. Lo veo ahora reflejado en ellos, por la alegría, la satisfacción y el sueño de que tuvieran ese privilegio”
Marcos, quien jugó cinco años en Alianza y ya como técnico dirigió a sus dos hijos en Segunda en suelo apopense, tiene palabras sobre el futuro que mira tanto para Isaac como para José: “Con el trabajo, humildad, confianza que adquieran cada día, ellos tienen que sacar el mejor provecho y un mejor desarrollo. Tienen virtudes, potencial y deben superar al papá, buscar mejores oportunidades”.
En la mirada opuesta, los hijos opinan del “Clavo” mayor: “Es una persona respetada en el medio, y alguien que nos ha inculcado la humildad. Eso ha sido importante para nosotros, siempre lo he visto como un ejemplo de vida. Esperamos seguir sus pasos. Es una bendición”, comenta Isaac.
[Así fue la gran campaña de Alianza en el torneo anterior]
“Aparte de padre, es un ejemplo a seguir en lo futbolístico, por ser dedicado a su profesión. Eso se aprende, porque uno quiere ser igual o mejor que él. El tenerlo como padre es una ventaja porque nos aconseja”, aporta José.
Ahora, Alianza está en pretemporada, con vistas a la corona 13. La 12 es parte del pasado, de ese torneo del que los “Clavitos” dejaron huella, al igual que su papá en su época, y que siempre marcará sus carreras. Un trío albo, y un título compartido entre el padre y sus hijos.
Desde la izquierda, José, Marcos e Isaac, todos de apellido Portillo, una familia con historia y títulos en Alianza FC. Foto EDH – Mauricio Cáceres
Solidarios con colegas
La crisis salarial que han vivido, en los últimos días, equipos como CD Águila y L.Á. Firpo no son ajenas al sentir del resto de futbolistas. El hecho ha sido repetitivo para muchos equipos de Primera, y son problemas que llegan igual a los equipos de Segunda y Tercera.
“La unión de grupo, la humildad y el buen deseo fueron fundamentales para que Alianza tuviera éxito y culminara de gran manera el campeonato”
Los Portillo hablaron de esa situación. El exjugador y ahora técnico del AD Apopa, Marcos, comentó: “Es una tristeza que estos dos grandes clubes vivan esta realidad. Jugadores que no recibieron ni un solo dólar para sus familias. Es un llamado para las dirigencias y el fútbol en general”.
“Es lamentable. Debemos mejorar eso, porque es un reflejo de nuestro fútbol. Y no solo lo vemos en Primera, sino en Ligas más abajo. (…) Cuando jugué, nunca tuve esa mala experiencia con Firpo. Ojalá esto sirva y que las Ligas mejoren, para profesionalizar al jugador”.
Por su parte, Isaac se solidarizó con sus colegas: “Lamentable, sobre todo por la época que hemos pasado (final de año). No es de deseárselo a nadie. Yo lo viví en Vendaval, con mi papá también, pero no de una manera tan crítica. Sin palabras”.
Mientras José compartió la opinión de los mayores de su casa: “Es triste lo que han estado viviendo estos equipos, porque son de los grandes del país. La verdad que el futbolista vive de esto. Deben poner cartas en el asunto las dirigencias y más atención, porque es parte del rendimiento del jugador y para que un equipo avance y coseche los triunfos”.