El Colectivo de artistas Mórula ha intervenido el monumento a la Transparencia en Ciudad Merliot como protesta hacia los funcionarios públicos y la falsa transparencia que ellos consideran están vendiendo.
El monumento consiste en unas manos grandes, abiertas y pintadas de blanco que se ubican sobre las calles que conectan al exbulevar Diego de Holguín con el bulevar Merliot.
Según el Gobierno, esas manos blancas representan lo limpio y transparente de la manos de los funcionarios que dirigen el país.
Para Mórula eso es un auto festejo que no vale, por que no hay transparencia y “si en El Salvador tenemos manos arriba es porque los funcionarios nos están robando”, agrega el movimiento en un comunicado.
La pieza creada por dicho colectivo y que acompaña las gigantes manos desde las seis de la mañana de este sábado está construida con alambres y papel, como si tratara de una piñata “por que es una acción popular que nace del pueblo, de manos de artesano”, la mano tiene la forma de un político de traje, empuñando una pistola frente al monumento de siete metros de altura.
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A manera de aparición, surge del sur la parte de un brazo apuntando con un arma de fuego las manos levantadas.
El performance del colectivo Mórula, de la serie “Anti-monumentos” y Primer acto: Disparo a lo intangible, se ha realizado en el marco del Día Internacional del Derecho de Acceso Universal a la Información celebrado, por segundo año, el 28 de Septiembre.
Salir de la gestión con las manos limpias
Alejandra Dubón, arquitecta encargada de la obra, dijo en una entrevista hace unos meses que “Con esto se busca dejar una huella positiva en las nuevas generaciones. La idea central del monumento es rendir tributo a la transparencia y lanzar el mensaje a funcionarios y funcionarias públicos que se puede entrar, fungir, y salir de la gestión con “las manos limpias”.