Según comunicó el portal noticioso GloboEsporte, basándose en los testimonios de aficionados presentes, el árbitro principal recurrió a una medida de escándalo a los 30 minutos del segundo tiempo tras cobrar un penal en contra de Industrial, un equipo de la ciudad de Itaú de Minas.
El defensor Marcos Lopes Vieira, no conforme con la decisión, le pegó un puñetazo al árbitro, quien fue al banco y tomó la pistola y las esposas de su bolso. El partido entró en una confusión dramática y fue inmediatamente suspendido.
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El propio árbitro, llamado Camilo Eustáquio de Souza, quien también es policía, dijo que actuó en “cumplimiento de la ley”, ya que hubo un delito de lesiones corporales y tenía pensado llevarse detenido a su agresor.
Además, hizo una denuncia policial. Por otra parte, el entrenador del club de Itaú de Minas también hizo una denuncia en la Policía local por abuso de autoridad.