Gustavo Alejandro Arias Aquino tuvo hace un par de años una especie de “renacer”, tras haber salido victorioso de una cirugía en el corazón que, como toda intervención, era de riesgo. Eso cuentan algunos de sus allegados.
Su padecimiento no fue una limitante para tomar la ruta que le permitiría dedicarse a la profesión que le apasionaba: el diseño gráfico.
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Con esfuerzo y perseverancia, a sus 25 años, había egresado recientemente de la Licenciatura en Artes de la Universidad de El Salvador (UES) y trabajaba en su tesis.
Pero la mañana del jueves, un grupo de delincuentes le truncó la vida y dejó destrozada a su familia.
Los parientes de Gustavo Alejandro se enteraron del hecho varias horas después de que las autoridades terminaran de procesar, bajo una fuerte tormenta, la escena donde fue hallado el cadáver, en la calle Juan Mora, de la colonia Costa Rica, en San Salvador.
Agentes que estuvieron en la zona manifestaron que él había sido asesinado a balazos y no habían podido identificarlo porque no tenía sus documentos.
Allegados de la víctima manifestaron que él salió de su vivienda para verse con unas personas que le venderían un vehículo. Foto/Cortesía
Por información recabada con algunos testigos, la Policía supo que unos sujetos que supuestamente viajaban en un taxi fueron quienes llegaron a abandonar el cuerpo del universitario en un predio baldío.
Arias había transitado muchas veces por ese sector porque parte de su familia residía cerca de la zona.
La mañana del viernes, las redes sociales se fueron llenando de mensajes en los que conocidos del joven se mostraban incrédulos ante la pérdida y relataron experiencias que tuvieron con él como amigos o compañeros de estudios.
También hubo palabras de condolencias o muestras de solidaridad con la familia. A estas expresiones de pesar se sumó la Escuela de Artes de la UES, que elaboró un comunicado en el que además condenó el homicidio.
Algunos allegados recordaron que a él le gustaba la música, sobre todo el rock y casi siempre vestía ropa o accesorios alusivos a este género musical.
Otros contaron que no tenía vicios; que aunque daba la impresión de tener un carácter rudo era sensible, cariñoso y apegado a su madre.
Entre algunos de sus amigos se rumoraba que él presuntamente salió de casa a reunirse con unas personas que aparentemente le venderían un vehículo. Su familia no confirmó esta versión.
Las autoridades, hasta la tarde del viernes, tampoco revelaban las hipótesis por las que le quitaron la vida al estudiante.
“Un hecho condenable, pidiendo a las autoridades que este hecho no quede impune, como es costumbre en este país. Justicia para Gustavo Arias Aquino”, escribió una de sus amigas en Facebook.