Un vigilante particular identificado como José Mario Serrano, de 47 años, se sumó ayer a la larga lista de víctimas que ha dejado la espiral de violencia en las últimas semanas en el Centro Histórico de San San Salvador.
El homicidio del trabajador fue perpetrado en uno de los recovecos de hay entre los reducidos espacios de la 5a. Avenida Sur, entre la Calle Rubén Darío y 4a. Calle Poniente, a pocas cuadras de donde esta semana asesinaron a por lo menos tres personas.
A diferencia del miércoles 15 de marzo, cuando varios pandilleros asesinaron a un vigilante de la Asociación de Vigilantes Independientes de Mercados y Centros Comerciales (Avinces), y en respuesta los compañeros de la víctima ultimaron a cinco supuestos pandilleros en diferentes partes del Centro Histórico, ayer pocos se asombraron por el homicidio. La vida comercial en la zona transcurrió con normalidad.
El martes 13, a una cuadra del homicidio de Serrano, fue ultimada Eliseth de la Paz Rodríguez Rivera, de 37 años, una vendedora de mangos y vegetales originaria del cantón Los Novillos, municipio de Rosario, departamento de La Paz.
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Compañeros del custodio apodado El Chaleco o El Chele, expresaron que la víctima no era el encargado de vigilar la cuadra, sino el bloque de negocios situados al costado sur de dónde fue ultimado.
Nadie sabía el porqué el vigilante andaba en una zona donde supuestamente no le correspondía cuidar, pero si es la misma área donde sus compañeros de la Asociación de Vigilantes Independientes custodiaban.
La víctima fue acorralada y atacada por tres sujetos con apariencia de pandilleros de la Mara Salvatrucha.
Dos de ellos le salieron de frente y sin mediar palabra le dispararon a quemarropa, el otro sujeto le asestó un disparo por la espalda, según las versiones de los vendedores. Serrano murió en el momento. Su arma quedó a pocos centímetros de él ya que al parecer intentó sacarla para defenderse. Los investigadores también le encontraron todas sus pertenencias.
El vigilante era un viejo de la zona, su esposa expresó que tenía más de 10 años de trabajar de eso. Sus compañeros recordaron que llegó al centro de San Salvador hace cinco años aproximadamente.
En un principio trabajo como un fulano a quién apodan Charly 1 y su operatividad era cuidar parte de la 7a. Avenida Sur (cerca del exSimán Centro), una zona de alta peligrosidad entre vigilantes y pandilleros. Después de varios años se pasó a laborar con los Vigilantes Independientes.
Un compañero de la víctima que prefirió el anonimato por, dice que la zona es una especie de campo de guerra entre vigilantes y pandilleros.
Sus compañeros relataron que Serrano era alegre y llevadero. Algunas vendedoras lo recordaron como algo enojado y muy presumido con las mujeres. Es más, a la escena llegaron dos señoras quienes se identificaron como esposas de la víctima.
Una de ellas afirmó que la víctima tenía tres hijos a quiénes les pagaba el estudio con su salario de vigilante.
“En la mañana salió desde temprano, desayunó y luego se despidió como todos los días”, dijo la señora que no quiso identificarse.
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Indagan disputa de territorios
Las fuentes policiales sospechan que el asesinato estaría relacionado con la lucha de territorio que mantienen en disputa con otras agencias de seguridad.
El Diario de Hoy publicó una investigación de cómo supuestamente algunas empresas de vigilantes se pelean los territorios para ganar más espacios e incrementar la extorsión a los vendedores.
Ayer compañeros de la víctima no descartaron que la muerte de Serrano sea parte de esa lucha de zonas.
Los informantes dijeron que como asociación no tienen problemas con los demás grupos de vigilancia, pero si con pandilleros de la MS que también quieren el control de la zona.
Capturan a tres sospechosos
Minutos después de la muerte de Serrano, agentes policiales detuvieron a tres presuntos responsables del hecho.
Los informantes de la policía alertaron que los pistoleros habían corrido hacia el sur del mercado central.
Al percatarse de la persecución, los sujetos se ocultaron en el interior de un furgón que se encontraba descargando cereales en la zona del Cementerio Los Ilustres, a varias cuadras del lugar donde habían asesinado al custodio.
Entre los sacos de maíz los policías encontraron un arma de fuego con la que se presume asesinaron al vigilante.
Los detenidos son Hernán Rosalío de León, Julio César Martínez García y Gerson Odail Martínez Sánchez, quienes serán acusados por los delitos de homicidio y organizaciones terroristas. Junto a estos también fue retenido un menor de edad.