Al hablar de violencia doméstica se viene a la mente, casi en automático, a una mujer que es agredida física o sicológicamente por su pareja. Una apreciación que resulta casi normal dado que este tipo de violencia es la más frecuente en nuestro medio. Los casos donde las mujeres son maltratadas son los que más llegan a las instancias correspondientes.
Pese a que las cifras de maltrato contra la mujer son bastante superiores, no se puede obviar que también existe la violencia doméstica en contra de los hombres.
Según datos del Observatorio de la Organización de Mujeres Salvadoreñas (ORMUSA), en el primer trimestre de 2017 el número de casos denunciados ante la Policía por violencia intrafamiliar fue de 1,219. De estas denuncias, 157 fueron interpuestas por hombres, un dato que se trató de confirmar con la División de Género de la PNC y a través del área de comunicación de la corporación policial sin tener respuesta.
Pero estos 157 no representan únicamente violencia doméstica, dice la representante de ORMUSA, Rina Juárez, pues tipifican violencia de padres a hijo, casos donde el agresor es algún miembro de la familia, contra personas de la tercera edad, e incluso cuando el hombre es agredido por vecinos.
Otro dato que resulta interesante es que en los juzgados de Paz casi ninguna de las demandas interpuestas por hombres llegan a ser judicializadas puesto que terminan retirándolas, dice Ulises Marinero, Jefe de prensa de centros judiciales de la Corte Suprema de Justicia.
Las razones: reconciliación con la pareja, factores culturales y sociales.
Para Silvia Saca, directora de las Unidades de Vida de la Fiscalía, a cargo de las denuncias que se realizan en el departamento de La Libertad, casos de padres que han sufrido maltrato intrafamiliar son muy pocos.
Víctima de violencia intrafamiliar: “Si yo pude, todas pueden”
En el 2016 solo se registró uno, el de un señor que denunció a su esposa por agresiones verbales en San José Villanueva, La Libertad. En la audiencia inicial se logró conciliar.
Hace dos meses, en El Puerto de La Libertad, un hombre denunció a su novia luego de que ella le estrellara un envase de vidrio en la cabeza porque se negaba a terminar la relación. La mujer fue detenida y se le acusó de homicidio tentado.
Un informe de World Health Organization (2013) sobre violencia inducida por la pareja dice que si bien las mujeres pueden ser violentas en sus relaciones con los hombres, es a menudo en defensa propia, los agresores más comunes en la violencia contra la mujer son compañeros (o excompañeros) íntimos de sexo masculino. En cambio, es mucho más probable que los hombres sean víctimas de actos de violencia perpetrados por desconocidos que por alguien más cercano a ellos.
Esta apreciación enlaza con el pequeño número de hombres víctimas de violencia por parte de sus parejas, que en la Unidad de Vida de la Fiscalía, dependencia de la Libertad, se reduce a uno por año (del 2015 al 2017).
Aumentan violaciones y la violencia doméstica en Ahuachapán
A juzgar por la información obtenida de organizaciones sociales y entidades de gobierno como la PNC, la Fiscalía y Medicina Legal, la incidencia real de este problema es desconocida, todos tiene registros estadísticos de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar y doméstica, segmentado por edades, zonas del país donde se registran y fechas, no así en el caso de hombres.
El argumento: no hay muchos casos de denuncias interpuestas por hombres, esto podría explicar la ausencia de estudios específicos sobre las víctimas masculinas.
¿Por qué los hombres no denuncia?
La exposición al ridículo es una de las principales razones; por la misma cultura patriarcal en la que la sociedad se desarrolla, donde se ve al hombre como el proveedor de la casa, el que trae el dinero, el fuerte y autosuficiente, así como el temor a la separación de la familia, cuando hay hijos en común, les impide llegar a la denuncia.
Muchos hombres y mujeres víctimas de agresiones, físicas o psicológica (tipos de violencia intrafamiliar con mayor registro en el país), llegan a ver como algo normal actos de humillación o transgresión a los derechos humanos.
“Desde el momento en el que una acción o una omisión genere una transgresión a los derechos humanos de las personas se vuelve algo lesivo para su dignidad”, dice la abogada de Familia Rina Juárez.
Aumenta recepción de denuncias por violencia
Mostrarse sometido o débil, puede generar sentimientos de humillación; creencias en torno al maltrato: me lo merezco, yo lo provoqué, le he hecho enfadar luego es mi culpa, son parte de los sentimientos que les invaden.
En El Salvador la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia, así como la Ley de Igualdad Contra Discriminación hacia las Mujeres son las dos últimas normativas que buscan amparar a la mujer en su defensa.
Para el caso de la violencia contra hombres se aplica la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar y la Ley Procesal de Familia. Estas normativas también son aplicadas para mujeres.
Violencia es violencia
Una campaña contra la violencia doméstica llamada “Violencia es Violencia” en el Reino Unido, se hizo viral en el 2014, en este video se muestran las diferentes reacciones de la gente cuando un hombre agrede a una mujer y viceversa.
Muchos videos similares están disponibles en internet como un experimento a la respuesta de la gente ante este tipo de agresiones y los resultados son los mismos.