Tres personas fueron asesinadas en menos de 12 horas entre la noche del lunes y la madrugada del martes. El primer homicidio fue cometido aproximadamente a las 7:00 de la noche del lunes. Era una vendedora de mangos que tenía aproximadamente 25 años de vender en un puesto de la 7a. avenida Sur, cerca de donde fue acribillada a balazos.
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Familiares la identificaron como Eliseth de la Paz Rodríguez Rivera, de 37 años, originaria del cantón Los Novillos, municipio de Rosario La Paz, departamento de La Paz.
Horas después, en la madrugada del martes, dos hombres fueron acribillados entre la 4a. calle Poniente y avenida 29 de Agosto, a 400 metros al oriente de donde asesinaron a la vendedora de mangos.
Uno fue identificado como César Daniel Iraheta, mientras que al otro solo como Fredy. De acuerdo con fuentes policiales, ambos eran homosexuales y se dedicaban a comercializar droga en el lugar donde los mataron.
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En ambos casos las autoridades no han reportado capturas a pesar de que la Policía Nacional Civil (PNC) ha dicho que ha desplegado una cantidad importante de policías y militares en el sector denominado Centro Histórico.
El 15 de marzo pasado, las calles aledañas al mercado Central y Sagrado Corazón fueron escenario de una matanza entre vigilantes privados y miembros de la clica Centrales Locos Salvatruchos, que domina gran parte del centro capitalino. Murieron de inmediato cinco vendedores y un vigilante. Días después falleció otro vigilante que resultó herido aquel día.
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Casi de inmediato, la Policía y la Alcaldía de San Salvador anunciaron un gran despliegue en el sector de los mercados. Sin embargo, pocas semanas después, la oficina de administración del mercado Sagrado Corazón fue cerrada debido a amenazas de pandilleros. Y no ha sido reabierta.
$11,000.00 de “renta”
A pesar de que la PNC asegura tener un importante despliegue de seguridad, las extorsiones no dan tregua a muchos vendedores y comercios del Centro Histórico, donde una empresa de seguridad vinculada a la Mara Salvatrucha aparenta prestar servicios de vigilancia pero a la vez es la misma que recoge la extorsión para ese grupo criminal.
De acuerdo con fuentes de este periódico, la clica Centrales Locos, recoge un poco más de once mil dólares mensuales extorsionando a vendedores estacionarios, ambulantes y algunos comercios ubicados sobre la calle Arce, Avenida España, 1a. y 3a. calle Poniente y 7a. avenida Sur.
Todo ese dinero es recolectado por “Don Juan” a quien las fuentes señalan como propietario de la empresa de vigilantes conocido como “La Empresa del Tamagás”.
Las fuentes detallan que, por ejemplo, en un tramo de menos de 50 metros de la 7a. avenida Sur, los vigilantes de “El Tamagás” recogen todos los sábados a las 10:00 de la mañana, la extorsión a que están obligados a pagar 89 vendedores ambulantes a quienes cobran entre uno y dos dólares. Recogen $110 en total.
En la misma 7a. avenida Sur, cerca del lugar conocido como La Carbonera, el control lo tiene un hijo de El Tamagás. Según las fuentes es un ex policía. En ese sector hay un parqueo donde los jueves entran pick up a descargar legumbres y hortalizas mientras que todos los viernes llegan camiones a descargar flores. Cada uno de esos transportistas debe pagar como extorsión siete dólares, sin importar que solo llegue a descargar.
En ese sector, el hijo de El Tamagás recoge 900 dólares todos los viernes pero son entregados a la pandilla hasta el sábado en la mañana.
Sobre la calle Arce, entre la 5a. y 7a. avenida Sur, las fuentes indican que son 112 puestos de venta los extorsionados con 10 dólares. En este sector recogen mil 120 dólares cada 10 de mes.
Es así, dicen los informantes, porque en ese sector hay varios vendedores que son familiares de miembros de la MS y, en particular, del Pigüi (Kevin Ramsés Moreno Bonilla, de origen nicaragüense) uno de los cabecillas de la MS-13, y por eso han llegado a ese acuerdo, mientras que en todos los demás sectores el pago de la “renta” es semanal.
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Las fuentes indican que hace poco, la MS-13 obligó a una empresa de seguridad a sacar a sus vigilantes del sector de la avenida España, entre la 5a. y 1a. Calle Poniente, para entregarle el negocio a los vigilantes de El Tamagás. Eso ocurrió en septiembre de 2016.
“No sé qué desacuerdo tuvieron con Forastero (así era conocido el dueño de esa empresa) porque también colaboraba con la MS pero ahora son los del Tamagás los que pasan aquí”, indicó un vendedor de ese sector.
Expulsar a los vigilantes de Forastero de la avenida España resultó en un buen negocio para los mareros. Los informantes indican que semanalmente en ese sector esa organización percibe 1,500 dólares de extorsiones.
¿Quién recoge la extorsión… a quién la entregan?
En suma, sólo en los cuatro sectores mencionados anteriormente, la MS percibe $11,160 mensuales. Todo ese dinero es recogido por los vigilantes del Tamagás. Los vendedores le entregan todos los días un dólar en concepto de pago de vigilancia, pero los sábados en la mañana entregan la correspondiente extorsión al mismo vigilante. Le llaman “cobro aparte”.
Los vigilantes entregan el dinero del “cobro aparte” a “Don Juan”. Se lo deben entregar completo. Si no entregan cuentas cabales, el vigilante debe indicar quién no pagó, pues de lo contrario, recibe una severa golpiza.
Pero en el cobro de extorsión en la avenida España hay una excepción. Las víctimas la entregan directamente a Don Juan, quien pasa todos los sábados antes del mediodía.
En ese sector extorsionan también a almacenes o ventas de comida rápida y cervecerías. “Extorsionan hasta El Congreso”, afirman las fuentes. Este es una bar que funciona en el pasaje Cabañas.
Pero “Don Juan” no se queda con el dinero de la extorsión. Su negocio es la vigilancia privada. Cada uno de sus vigilantes recoge por lo menos 25 dólares al día, pero de eso sólo recibe 10 como pago diario más un dólar que le da como viático de comida.
El supuesto empresario de seguridad entrega el dinero que recoge como “cobro aparte”, a un hombre a quienes las fuentes sólo conocen como Noé. El punto donde Noé recibe el dinero es local que está cerca de la Plaza 14 de Julio.
De este lugar, Noé se lo lleva hacia un negocio que tiene sobre la calle Arce, en una casa de doble piso, muy cerca de la basílica Sagrado Corazón, agregan las fuentes.
Lavado de dinero y guaridas
Pero la MS parece tener bien organizado todo: para esconder las armas, para “lavar” dinero de la extorsión…
Sí. Las fuentes indican que cerca de la plaza Hula Hula hay un negocio de tortillería. Allí una tal Marisol junto a su madre echa cientos de tortillas. El negocio es aparentar que venden mucho aunque en realidad a veces hasta echen a la basura las tortillas.
A pocos metros, hay una mujer conocida como Toña. Ella tiene cuatro puestos en uno solo. En estos hay un habitáculo secreto donde el Tamagás se encierra a contar el dinero de la extorsión… Pero también allí guardan armas y municiones los mareros.