Como que la verdad sale sobrando

Tanto Tono como Paco eran el ejemplo viviente que contrariaba la visión del mundo de los comunistas. Eran gente talentosa, nacida en familias honorables, que lograron progresar a base de su esfuerzo.

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Jugadores de Golden State Warriors celebran tras ganar ante Cleveland Cavaliers en el partido cinco del juego de la final de baloncesto de la NBA en el Oracle Arena de Oakland, California, Estados Unidos, el 12 de junio de 2017. Foto EFE/LARRY W. SMITH EE.UU. BALONCESTO NBA / Foto Por EFE/LARRY W. SMITH

Por Ana María de Rodríguez Porth*

2017-06-12 9:55:54

A Tono, mi amado esposo, lo asesinó un comando del FMLN un 9 de junio. Exactamente veintiocho años después, en el aniversario de su asesinato, como para remarcar la saña y la sed de venganza, le programan a su hija y a sus nietos un juicio para expropiarle todos sus bienes materiales. A Paco Flores también lo mataron. No con balas ni fusiles, sino con armas más sutiles: una lengua venenosa entronizada en el poder, un juez que soñaba con ser fiscal, un fiscal que buscaba sentirse importante, una campaña mediática para ensuciar y enterrar su reputación. Esa es la triste historia de mi hija, una mujer ejemplar, de firmes principios y espíritu noble. Guerrilleros matan a su padre, los mismos, pero vestidos de saco, matan a su esposo, y luego pasan por sobre leyes y justicia para quitarle todo. Para colmo, no basta con expropiarle: la tratan de humillar haciendo un show mediático, tildan sin razón de corrupto a Paco (que en paz descanse), hacen de su caso un circo para entretener a enajenados.

Tanta saña tiene un solo origen. Los actuales gobernantes y los que les hacen los mandados creen, como Marx hace siglo y medio, que toda propiedad es robo. Que no hay forma de mejorar la propiedad ni las circunstancias de una persona, sin que sea eso un acto de corrupción y explotación. Si alguien tiene algo, es porque lo robó a alguien más. Así de simple. No conciben que se pueda llegar a tener algo bueno, a construir algo grande, porque lo planificaron bien, trabajaron duro por décadas, se sobrepusieron a los obstáculos, para finalmente dejarle un legado a sus hijos, y para que sus hijos lo dejaran luego a sus nietos. No conciben en la prosperidad como algo acumulado durante generaciones de esfuerzo honrado. El concepto mismo rebasa sus escasas entendederas.

Tanto Tono como Paco eran el ejemplo viviente que contrariaba la visión del mundo de los comunistas. Eran gente talentosa, nacida en familias honorables, que lograron progresar a base de su esfuerzo. La disonancia cognitiva era demasiado grande. Había que matarlos para que no propagaran esa idea, esa visión, tan contraria a sus conceptos fundamentales de lucha de clases y dizque justicia revolucionaria. Y ahora van por el resto de la familia.

Todos saben que las propiedades de Paco fueron heredadas, que habían estado en su familia por más de un siglo. El fiscal seguramente lo sabe. También sabe que Paco empezó a hacer mejoras a su hacienda desde las épocas que Tono estaba vivo. Sabe que Paco diseñaba las obras él mismo y las supervisaba, año con año, para disminuir costos. Leía un libro ??? “El Manual del Arquitecto Descalzo”, creo ??? que le enseñaba a hacer obras sin títulos universitarios especializados. Todos los años, desde como 1986 a 2013, Paco fue construyendo una hacienda bella, productiva, ecológica, de revista. Tuvo tropiezos, pero logró levantarse. Como ven bonita la propiedad ahora, y no creen que se pueda hacer algo así con esfuerzo honrado, aunque los documentos y testigos así lo indiquen, entonces lo tienen que destruir. Si no lo destruyen, sirve de testimonio al hombre bueno que fue Paco, y su familia continuaría la obra.

¿Se hará justicia? Quién sabe. El odio y la sed de venganza son palpables. Pero quien lea esto que sepa: el odio no es solo contra Tono, ni contra Paco, ni contra la familia. El odio es con todos los que crean en trabajar para ser gente de bien, y en los que quieran trabajar para dejarles una mejor condición a sus hijos. En situaciones como la que estamos viviendo, se siente como que la verdad sale sobrando en nuestra querida patria, El Salvador.

*Colaboradora de El Diario de Hoy