Esperanza Menzor, inmigrante salvadoreña radicada en Los Ángeles, fue desalojada de la casa que alquiló durante diez años en Sun Valley. El desalojo se llevó a cabo el 24 de mayo, después de que la Corte Suprema de California, Pasadena, ordenara el desalojo.
“Me siento frustrada, humillada, impotente. Todo por haber pedido que arreglaran la casa, que la fumigaran porque estaba llena de cucarachas gigantes y garrapatas” dijo Esperanza al medio internacional La Opinión.
Aseguró que sus dos hijas, de 15 y 13 años, se están quedando con su hermana. Ella y su esposo están durmiendo en su carro, ya que no pueden quedarse con su hermana porque pueden ocasionarle problemas con la persona que alquila el departamento.
La salvadoreña asegura que la situación para su familia se ha vuelto difícil, pues ella no trabaja y su esposo busca empleo de jornalero.
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“Toda la presión que tuvimos antes de que nos sacaran y el desalojo ha afectado mucho a nuestras hijas. Bajaron mucho sus calificaciones y se enfermaron de los nervios”, dijo.
La familia Menzor rentó la casa situada en el 10250 Calle Strathern en Sun Valley por 10 años, tenía dos recámaras y pagaban 1,200 dólares, pero la mensualidad subió a 1,300 dólares cuando el inmueble cambió de dueños.
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Foto Araceli Martínez Ortega/La Opinión
Vea la galería Salvadoreña vive en su carro tras ser desalojada de la casa que alquilaba en Los Ángeles
Una inspección realizada por las autoridades en el complejo de pequeñas viviendas encontró que partes del techo se estaban cayendo, las paredes estaban en malas condiciones, se inundaba la casa y en efecto había una plaga de cucarachas y garrapatas a causa de la excesiva humedad.
Después de este diagnóstico, la familia empezó a recibir notificaciones de desalojo. La situación duró dos años y en marzo de 2017 el caso llegó a la Corte.
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“Me acusaron de que yo no pagaba la renta. Lo único que hice fue pagar menos por la renta, 1,105 dólares en lugar de 1,300 dólares; es decir, 195 menos porque así me lo aprobó el Departamento de la Vivienda dado el mal estado de la casa”, explicó.
Esperanza mostró las evidencias del deterioro de la vivienda, pero no fueron suficientes y el Juez del Tribunal Superior de California en Pasadena falló a favor del propietario y las autoridades llevaron a cabo el desalojo.
“Los dueños están sacando a los que tenemos rentas bajas para arreglar las viviendas y rentarlas a precios más altos”, dijo Menzor.
El propietario
José Ávila, quien es el padre de Antonio Ávila y el propietario de la vivienda, permitió que personal de La Opinión vieran por fuera la casa.
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Foto Araceli Martínez Ortega/La Opinión
“Yo escuché que ellos llevaban más de seis meses que no pagaban la renta. Al juez le echó mentiras. A él y el abogado les dijo que no querían mudarse. Se les mandaban cada mes los avisos de desalojo de tres días porque no pagaban a tiempo”, explicó Ávila.
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Él aseguró que era la familia quien tenía la casa en malas condiciones, tenían gatos e incluso víboras. Además, asegura que el esposo de Esperanza utilizaba parte de la casa para hacer trabajos de mecánica.
Manifestó que en enero le pidió al esposo de Esperanza que no pagaran la renta, pero que empezaran a buscar dónde irse porque estaban atrasados en el pago.
La Corte
Elena Popp, directora de la organización no lucrativa Red de Defensa contra los Desalojos, aseguró que el 99% de las personas que van a la Corte por un desalojo lo hacen sin abogado y terminan perdiendo el caso.
“En 2016, se presentaron 55,000 demandas de desalojo en el condado de Los Ángeles. De esas, 2,200 fueron representados por agencias de servicios legales y aproximadamente 5,000 por agencias no lucrativas como la Red de Defensa contra el Desalojo que cobramos de acuerdo a lo que pueda pagar el inquilino. Más de la mitad se perdieron por no tener un abogado”, enfatiza.
Popp aseguró que en 2002 cuando la organización empezó a funcionar se presentaron 72 mil demandas por desalojo y se perdieron el 48% de ellas porque las familias no tenían ayuda legal.