El festival internacional de publicidad de Cannes (Cannes Lions International Festival of Creativity) tiene 64 años de premiar la excelencia creativa a nivel mundial. En 2016, como Publicidad Comercial, tuvimos la oportunidad de traer a El Salvador el primer león de Cannes en la historia de nuestra publicidad.
Este león es reconocido globalmente como el máximo logro en el mundo de las comunicaciones y a su vez funciona como un termómetro bajo el que se miden tanto marcas, como agencias a nivel global; no solo por su performance creativo sino también por la relación entre la idea y la efectividad de sus estrategias.
Ganar en Cannes, efectivamente, es un termómetro que mide el nivel de la industria publicitaria mundial. Mide en general el nivel de la comunicación en relación a su calidad comparada con la de todo el mundo. Mide las ideas, las ejecuciones, las estrategias, los resultados, las repercusiones sociales y los impactos, pero creo que hay algo que no debemos dejar de medir nosotros como comunicadores, marcas y agencias: La responsabilidad que tenemos sobre la construcción de marcas.
Hay un dicho: “Todos los caminos conducen a Roma”. Aquí aplica también. Pero, ¿qué camino estamos dispuestos a tomar como industria para llegar a Cannes? Muchas agencias y marcas en el mundo se valen de crear productos que no existen, de pagar las producciones, de hacer impresiones y pegarlas en una pared y decir que eso era un “outdoor”, o incluso de hacer cosas muy pequeñas y fabricar casos que venden la idea con resultados irreales.
Creo que ganar en Cannes puede ser un termómetro hacia la integridad, el honor y, sobre todo, el respeto a las marcas y nuestros consumidores.
Ganar un premio no debería de ser más importante que vincular a los consumidores con marcas a través de ideas que potencian el propósito de las mismas. Ganar Cannes puede medir qué tan irresponsable se vuelve una industria, una agencia y sus líderes o qué tan loable es el esfuerzo genuino detrás de una idea que verdaderamente logra un impacto en la vida de la gente y en la vida de la marca.